El portavoz parlamentario gallego del PP, Pedro Puy, sostiene que la aprobación por unanimidad en la Cámara autonómica para demandar que el Estado inicie el procedimiento para reclamar como patrimonio público el pazo de Meirás supone una "oportunidad" para dar respuesta a las personas que reclaman una "reparación moral" por los daños del franquismo y "superar heridas abiertas". La posición de Puy contrasta con la mantenida hasta hace semanas por el PP, siempre reacio a reabrir temas del Franquismo hasta que en sus últimas declaraciones y posicionamientos ha defendido que se reclame el bien a los Franco, sobre todo desde que el Gobierno central, que deberá impulsar la reversión del pazo, está en manos del PSOE y ya no del PP.

Puy considera ahora "lógico" realizar "un reconocimiento al hecho de que en el pasado sufrieron las consecuencias de una dictadura y en el presente todos reconocemos que la dictadura hizo cosas que evidentemente no tienen ningún pase en un sistema como el nuestro democrático". El popular afirma, como manifestó ayer en una entrevista a Radio Galicia, que "todas las cuestiones relacionadas con el pasado, el pasado de la dictadura, deben servir para que entre todos seamos capaces de superar las heridas que quedan abiertas y darnos cuenta de que vivimos en una sociedad que incluso puede llegar a acuerdos en estas materias, que pertenecen al pasado, que es la única forma de llegar a acuerdos para ganar el futuro".

Preguntado por si se siente un "bicho raro" en su partido por su posición en cuanto a Meirás y a asuntos relacionados con el Franquismo y la memoria histórica, que Pablo Casado considera "monotemas", Puy recordó que la iniciativa fue "presentada y registrada por los 41 diputados del PP", aunque admitió que "no todo el mundo ve exactamente igual estos temas". Señala que "en ese contexto, respetando el Estado de derecho, con un informe jurídico que evalúa esa situación a partir de un análisis histórico que ve cosas raras en la adquisición y el mantenimiento de ese pazo durante los 40 años de la dictadura, actuamos en consecuencia con esa filosofía". Apunta que "no todos los grupos la comparten". "A veces tenemos la impresión de que algún grupo lo que quiere es utilizar el pasado para traer al presente conflictos que ya no existen en nuestra sociedad", afirma.

En cuanto a la viabilidad de la reclamación, confía en que prospere ya que "el informe que se remite al Estado es más elaborado" que uno anterior que se rechazó. Además, apunta, "es cierto que hay un compromiso del actual Gobierno de darle impulso a esta cuestión".