Arteixo ha estrenado esta semana un nuevo sistema de recogida y tratamiento de basura. El encargado de coordinar su puesta en marcha es el concejal de Obras, José Ramón Amado, que promete "no variar" la tasa que el Concello cobra a los vecinos y asegura que el servicio será "sostenible".

- ¿Cómo han transcurrido los primeros días del servicio municipal de basura de Arteixo?

-Estamos razonablemente optimistas, dentro de lo que podemos estar. Todavía hay margen para mejora. Lo importante ahora es sacar estadísticas de aquellos contenedores que están más llenos y de los que están más vacíos. Y luego trasladar eso al servicio para optimizar los recursos. Después de haber colocado 700 contenedores no vemos un nivel de críticas tan exagerado. Vamos a analizar una por una y vamos a contestar a todos los vecinos. Estamos esperanzados y creemos que hemos acertado con el modelo. Falta perfeccionarlo, pero creo que hemos acertado con el modelo.

- ¿Hay muchas quejas de los vecinos por la nueva ubicación de los contenedores?

-Hay quejas de que están lejos, de que están cerca y de que hay zonas que tienen más y otras menos. Los criterios han sido que haya una distancia entre ellos. Segundo, por índice de población y después hay un criterio que es dotar a los núcleos rurales de islas de cinco en aquellos sitios que se pueda por razones físicas. Estamos razonablemente contentos con la implantación. Una de las cosas que quiero que se destaque es la maravillosa implicación de todos los empleados municipales que han trabajado en la implantación en este periodo. Realmente uno está orgulloso de cómo han trabajado. Hay cosas que hay que destacar por encima de todo. Haber movido esa ingente cantidad de contenedores, haber retirado todo por las noches, trabajando desde las ocho de la tarde hasta las siete de la mañana y todos los días con una sonrisa.

- ¿La gente se adapta bien al nuevo sistema de contenedores?

-Hay fracciones con las que la gente está más sensibilizada, como son el papel y el vidrio. Hay otras que estamos esperando a tener datos. Hablo de envases ligeros. Hay una fracción que no está funcionando, que tampoco lo hacía en el Consorcio, que es el orgánico y que esperamos que con las campañas de concienciación vaya mejorando.

- ¿Por qué no funciona?

-La gente todavía no tiene claro lo qué es reciclable o no dentro de la materia orgánica. Nuestro mensaje es muy claro: si usted no quiere reciclar, que debería, échelo en la fracción resto, y el que quiera reciclar, que use el orgánico. El gran éxito de la planta de orgánico de Cerceda, que somos los primeros en usarla, es intentar conseguir un orgánico de calidad. A partir de ahí iremos mejorando con campañas de sensibilización y a través de campañas de difusión. El tema de los envases ligeros es novedoso. En el momento en que la gente se tome en serio los envases ligeros, que es lo importante, la capacidad de la fracción resto sobrará para contenerizar. Si llenamos una bolsa que lleva de todo y casi nadie recicla, la fracción resto se va a llenar, pero si somos capaces de ir mejorando, quitando las latas metálicas, las botellas de agua, las latas de bebida y quitar todo eso estaremos reduciendo volumen en la fracción resto. La semana que viene tendremos ya datos de los envases ligeros. En la noche de ayer (jueves) se recogió toda la contenerización de papel, que empezó el domingo, y se han recogido cinco toneladas de papel. Es un dato bastante esperanzador. En nuestro plan está previsto recoger 800 toneladas al año. Eso, para que lo entiendan los vecinos, casi reporta al Ayuntamiento 40.000 euros al año por la venta. Vamos poco a poco. Si entre todos nos implicamos, el éxito está garantizado.

- El servicio empieza con medio millón de euros de déficit, ¿será sostenible?

-El servicio empieza con medio millón de euros teórico. La idea es que llegue a ser sostenible. Estamos yendo por un servicio que será referente en calidad al vecino. Uno de los factores que más cuesta en la implantación no son los camiones ni los contenedores. Hay un servicio que es el del puerta a puerta y hay un servicio añadido que es el del bolseo para que ver lo qué queda fuera. Por ahí tenemos la diferencia de personal entre lo qué hay y lo qué había. El Consorcio prestaba el servicio con once personas y nosotros vamos con un planteamiento de veinte y pico personas. Ese es uno de los grandes diferenciales del precio. Nuestra guerra es seguir dando calidad en el servicio y prometemos no variar el precio de la basura e intentar que no cueste nada del presupuesto municipal.

- ¿El sistema puerta a puerta cuándo empezará?

-Esperemos que a primeros de enero tengamos el puerta a puerta para comercios, hostelería.

- Negociaron con A Coruña para ir a Nostián, ¿por qué fracasaron las conversaciones?

-Las negociaciones fracasan fundamentalmente porque hay un gerente de una empresa de Urbaser que hizo un doble juego. A nosotros nos comunica en su día que con él no tenemos nada que negociar y que hablemos con el Ayuntamiento de A Coruña. Y cuando vamos a A Coruña y tenemos un acuerdo más o menos cerrado llega este señor pidiendo un precio que no es lógico y que tenemos que hablar con él. Aquí lo que hay es un intento deliberado del gerente de la empresa Urbaser de no aceptar a Arteixo.

- ¿Por qué el gerente no quería aceptar a Arteixo?

-Pregúnteselo a él. A lo mejor tiene otras condiciones por detrás que está ocultando a alguien. Yo quiero agradecer tanto a María [García], la concejala de A Coruña, como al asesor [Juan José] Pernas e incluso a Xulio Ferreiro el esfuerzo que hicieron. La actitud de este señor es un tema que tendrá que solucionar el Ayuntamiento de A Coruña. No ha sido para nada agradable la decisión de irnos. La mejor solución para todos hubiese sido seguir en Albada. No ha podido ser. La experiencia en Sogama ha sido agradable. Estamos dentro de un precio al que están adheridos casi todos los ayuntamientos de Galicia. Yo no puedo aceptar que un gerente me chantajee con un precio que no está publicado en ningún sitio y que se saca él de debajo de la manga. Si tuviese ese precio en un marco legal, yo podría aceptarlo. Son 90 y pico euros, más el rechazo. No puedo permitirme pagar 130 euros de los vecinos de Arteixo por tonelada cuando tengo un servicio a 69 que está perfectamente definido en un marco jurídico.