El alcalde de Miño, Ricardo Sánchez, acusó ayer a la Diputación de mantener una "marginación total" hacia su municipio por negarse a recibirle para abordar diferentes proyectos relacionados con la localidad. Sánchez destacó que espera desde el 9 de julio a que el presidente del organismo provincial, Valentín González Formoso, responda a su solicitud de una reunión urgente, lo que interpreta como una actitud "inadmisible para un representante público" y que considera derivada de un interés político, por lo que prevé convocar actos de protesta en los próximos días.

El alcalde pretendía exponer a Formoso la reforma del campo de fútbol de Gallamonde, comprometida por el propio presidente de la Diputación en los medios de comunicación, así como la cesión de la carretera de la playa Grande, también prometida por Formoso, en 2016 y que el Concello estima necesaria para la ordenación del aparcamiento en la zona y replantear la conexión del núcleo de Miño con las comunicaciones generales.