Las de fibra de entidades bancarias que ya no existen como el Banco Pastor o Caixa Galicia; las de la antigua Consellería de Ordenación do Territorio e Obras Públicas, modelo casa con su tejadillo de ladrillo; las metálicas de la Diputación y algunas del Ayuntamiento que parecen no tener padre ni madre, apenas un par de chapas. Hasta seis modelos diferentes de marquesina de parada de autobús conviven desde hace años en el municipio de Oleiros y todas en un estado cochambroso, sucísimas, con cristales rotos y llenas de pintadas y carteles de fiestas y de ofertas de empleo pegados. Algunas están totalmente corroídas por el óxido, en otras sentarse significa tener que llevar la ropa a la lavadora.

Olprim Ingeniería y Servicios, una empresa con sede en Gijón, es la que retirará todas estas viejas estructuras y en su lugar instalará el modelo "minimalista" ideado por el Concello oleirense: una estructura metálica con cubierta de policarbonato y seis paneles. Tendrá la superficie mínima posible con el fin de reducir la oportunidad de que sea embadurnada de pintadas. A cambio, apenas resguardará del viento y de la lluvia. Olprim, empresa experta en instalación de kioscos, casetas y sobre todo aseos públicos autolimpiables (Mallorca, Madrid, Barcelona), ha resultado adjudicataria del contrato licitado por el Concello por un importe de 62.315 euros, sin contar el IVA.

La sociedad tiene dos meses de plazo para retirar doce casetas y sustituirlas por el nuevo modelo y reubicar dos de ellas para colocarlas en otros lugares donde existe demanda vecinal como en O Corgo, en la avenida Jiménez Herrero, en Dexo, donde ahora no hay ninguna marquesina y apenas se sabe que existe una parada de autobús más que por un pequeño poste con un dibujo de un bus.

Las marquesinas nuevas, las minimalistas, tienen un coste de 3.355 euros cada una, lo que suma un total de 40.260 euros por el lote de doce. Se instalarán en: dos en Jiménez Herrero, dos en la avenida das Mariñas y dos en República de Argentina; una en Doctor Fleming (Mera), otra en la calle del Río, en Rosalía de Castro, una en Lourido y otra en Breixo; una en Arillo en el cruce con Meirás, otra en Salvador Allende en Nós y una más en A Fortaleza, también en Nós.