Una treintena de niños de la Fundación del padre Ángel están estos días alojados en el pazo de Mariñán, cedido por la Diputación para este fin solidario.

El pazo es la residencia de verano de estos niños, acompañados de sus monitores y de personal de asistencia, hasta mañana jueves.

Los jóvenes también realizan estos días distintas actividades, como excursiones y juegos, durante esta estancia. Algunos han visto el mar por primera vez.

El padre Ángel, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia y fundador de Mensajeros de la Paz, realizó varias visitas a los niños y participó en varias jornadas en Mariñán.

La Diputación ya realizó experiencias similares en otras ocasiones, como cuando alojó en el pazo de Mariñán a familias refugiadas durante la Guerra de los Balcanes en los años noventa.