El campo de Os Caneiros volvió a reunir en el río a las familias y pandillas que comían, cantaban o merendaban en las embarcaciones al tiempo que en tierra, los más jóvenes disfrutaban del aspecto más juerguista de la jira, con el vino corriendo a litros. Esta primera celebración no congregó a tantas personas como las del año pasado, quizá por coincidir en día laborable. La próxima, el día 25 y ya en el fin de semana, seguro remontará el dato de esta primera jira.

Las incidencias tampoco fueron numerosas en el día de ayer. Siete personas fueron trasladadas al hospital, cinco de ellas con intoxicaciones etílicas y dos por caídas o golpes de consideración. También hubo asistencias menores, como picaduras o cortes leves que se solucionaron in situ, en el puesto sanitarios instalado en el propio campo.

La primera de las dos jiras al campo tuvo su comienzo oficial con una salva de bombas al mediodía, con la que se daba el pistoletazo de salida para que los asistentes comenzasen a embarcar. Las charangas NBA y DGT se encargaron de amenizar el recorrido con su música, en ruta por el río Mandeo.

La fiesta no terminó en el campo. Acabada la tarde, tanto las embarcaciones como los asistentes que acudieron a pie volvieron a Betanzos para poner el broche a la jornada. En A Ponte Vella se celebró una sesión de fuegos artificiales aéreos y acuáticos. Después, la orquesta La Favorita se encargó de poner música a la verbena. Los betanceiros volverán a Os Caneiros el próximo día 25 en la segunda jira.