La Nacional 550 a su paso por los municipios de Culleredo y Cambre ha perdido el carácter de carretera supramunicipal (comunica A Coruña con Santiago) tras la apertura completa de la tercera ronda en 2015. El Concello cullerdense ya ha iniciado su plan de humanización después de que el Ministerio de Fomento le cediese la titularidad del vial. En cambio, Cambre no ha pedido la gestión de la N-550. Ha optado por solicitar obras al Ejecutivo central, ya que entre ellas está la reforma de A Rocha, con un coste de un millón de euros, una cifra considerable.

Culleredo ya ha iniciado obras para mejorar la seguridad en el centro de Vilaboa. Instaló un paso sobreelevado a la altura de Abanca, junto a las paradas del autobús, y colocó cuatro badenes en la entrada de la localidad desde Alvedro y otros cuatro si se llega desde A Corveira. También ha ampliado las aceras a la altura de los pasos de cebra para mejorar la visibilidad de los peatones. La Nacional 550 a su paso por Culleredo es propiedad del Concello desde el pasado verano, cuando Fomento aceptó transferir la carretera tras varios años de espera. Esta vía atraviesa los núcleos urbanos de O Portádego, A Corveira y Vilaboa. El proyecto del Gobierno local para esta avenida implica eliminar estacionamiento en las márgenes de la avenida de Vilaboa y trasladarlo a un aparcamiento disuasorio que se ubicará en el entorno de la calle Domingo Sierra. El tráfico estará limitado a 30 kilómetros por hora.

El Concello de Cambre no ha solicitado la transferencia de la N-550. Reclamó a Fomento que ejecute aceras cuando realice la reforma del cruce de A Rocha, en el que está previsto una rotonda (el estudio de esta actuación empezó hace quince años). Cambre también exigió al Gobierno un proyecto de mejora de la seguridad vial en el cruce de A Pena. Por el momento no hay noticias de ninguna de las obras. El tramo de la N-550 que va desde A Rocha hasta el límite con Culleredo carece de aceras en su mayor parte. Es una zona rural con varias viviendas.