El salón del colegio de Présaras colgó ayer el cartel de lleno absoluto con motivo del estreno del documental Tecido resistente: A silenciosa revolución das mulleres de Présaras, el proyecto audiovisual ganador del I Premio Luísa Villalta que ha realizado la periodista Marina Chiavegatto con el apoyo de la Diputación.

Cuatro generaciones se dieron cita en este pequeño colegio rural para recordar y reivindicar a las pioneras que trabajaron en la fábrica Hilados y Tejidos de Vilasantar, mujeres que cobraron un salario que les proporcionó una independencia y un poder inusual en el rural coruñés de la época.

El colegio se quedó pequeño, muy pequeño, para rememorar los años en que Vilasantar bullía con la actividad generada por esta industria fundada a principios del siglo XX por el banquero coruñés Jesús Núñez de la Barca. Y sobre todo, para homenajear a las cinco protagonistas: María, Carmen, Milagros, Lola y Julia.

Desde la gran pantalla, cinco revolucionaras lograron enmudecer al público con su relato de los años en que ellas llevaban un salario a casa y los telares de Présaras era el motor de la comarca. Tiempos de bonanza que sorprendieron sobre todo a las nuevas generaciones de un pueblo que no ha dejado de perder población desde el cierre de la fábrica en 1962 por un incendio que aún hoy sigue rodeado de misterio.

Tras la proyección del documental, cuatro de sus protagonistas, María Corral, Carmen Íñiguez, Milagros Quintela y Lola Iglesias, se subieron al estrado para recibir un cálido homenaje del público, que tuvo también un sentido recuerdo para Julia Tojo, que falleció recientemente a los 94 años.

"Ellas lo hicieron todo, yo me limité a tejer sus historias", agradeció al término de la sesión Marina Chiavegatto. Emocionada por la buena acogida, la realizadora aprovechó para reivindicar el trabajo de estas mujeres, ejemplo del "empoderamiento femenino antes de que el concepto llegase a nuestra tierra". Y también para anunciar un nuevo pase en el colegio a la vista de la gente que se quedó fuera.

La proyección dio pie a una tertulia posterior, una "reflexión colectiva" entre varias generaciones sobre el papel de la mujer y las medidas para recuperar un rural en horas bajas. Como colofón, los asistentes, entre los que se encontraba la vicepresidenta de la Diputación, Goretti Sanmartín, entregaron un presente a las protagonistas de este revolución silenciosa.