La Junta de Gobierno Local de Arteixo ha adjudicado a la empresa Desarrolla por 187.000 euros las obras de acondicionamiento del patio y edificios anexos de la casa rectoral de Loureda. Los trabajos llegan tres años después de que el Arzobispado aprobase la cesión del edificio al Ayuntamiento por un plazo de 50 años, prorrogables de cinco en cinco años a cambio de que el Ejecutivo municipal ejecutase la rehabilitación del recinto. El plazo de ejecución de esta obra es de tres meses una vez se firme al contrato.

El proyecto que el Concello sacó a licitación destaca la necesidad de acometer trabajos con urgencia en la rectoral, sus edificaciones anexas y el patio por el mal estado de conservación, agravado por el derrumbe de parte de la cubierta. El Ayuntamiento indica en el plan que los trabajos para acondicionar el patio y restauración de los espacios anexos son solo "el primer paso de una propuesta más amplia de actuación en el conjunto eclesiástico".

Los redactores del proyecto avanzan en la memoria que el objetivo final es la rehabilitación de todo el conjunto de la casa rectoral de Loureda para usos vecinales, museísticos y para la instalación de un archivo.

La ejecución del proyecto de rehabilitación suscitó las críticas vecinales y de los grupos de la oposición, que manifestaron su desacuerdo con invertir fondos públicos en un edificio propiedad de la Iglesia y cedido temporalmente al municipio. El Gobierno local, del PP, argumentó que los trabajos serían financiados mediante el 1,5% cultural del Ministerio de Fomento.

Un estudio que el Concello encargó hace dos años advertía de que la lluvia se filtra a través de las paredes de la rectoral y que provoca la aparición de "hongos, musgos, algas y líquenes" tanto en el interior como el exterior del edificio. El redactor del análisis, el arquitecto Iago Seara, explicaba que es importante "encontrar" el modo de evitar que entre el agua a través de las fisuras de la fachada.

La rectoral también necesita una reparación en el palomar. Parte de la torre está derrumbada. "En la actualidad la parte alta de la torre, parcialmente caída, manifiesta una expresión colapsada nada tranquilizadora, lo que aconseja una intervención urgente de apuntalamiento y posterior consolidación", indicó Seara en su propuesta que le encargó el Concello.