La Consellería de Infraestructuras convocó ayer a los alcaldes del área metropolitana a una reunión en una fecha "aún por concretar" para "abordar conjuntamente" la situación del proyecto de conexión de la vía ártabra con la autopista AP-9, después del enfado de la Xunta, hace dos semanas, tras anunciar la Delegación del Gobierno que dudaba de los datos del Gobierno gallego y de la concesionaria Audasa y el Ministerio de Fomento iba a realizar su propio estudio sobre este enlace. La Xunta anunció que estaba en disposición de licitar las obras de forma inmediata, en cuanto el ministerio lo autorizase. Infraestructuras subrayó que la realización de un nuevo estudio sobre la obra, que Fomento encarga a Ineco (empresa pública de gestión privada que se lleva gran parte de los contratos), no haría más que demorar la ejecución de esta infraestructura y perder la partida que tienen reservada ya en los presupuestos de este año, cuatro millones de los 35 en total que costará.

La Xunta insiste en que las alegaciones que realizó la concesionaria de la autopista al proyecto solo están motivadas "por su interés económico".