Sandra Goded da los últimos retoques a una tesis que promete dar mucho que hablar en el campo de la conservación de la naturaleza. Esta bióloga de Antas de Ulla avanzó ayer en Sada las conclusiones de una investigación a la que ha dedicado cinco años y que pone bajo lupa el impacto del eucalipto y la pérdida de biodiversidad en los eucaliptales frente a la riqueza que atesoran los bosques autóctonos.

"Hay una diferencia muy grande en la presencia de aves, insectos o aves en los eucaliptales", explica esta bióloga, que destaca el hecho de que estos últimos suelen dar refugio a especies que se caracterizan por su capacidad de adaptarse a distintos ambientes, mientras que los bosques autóctonos crean "ecosistemas únicos" con varios siglos de historia.

"El bosque autóctono se está convirtiendo en una reliquia por la expansión del eucalipto", advierte esta investigadora, que apela al daño que se derivará de la pérdida de la "diversidad tan rica" que acogen ecosistemas propios como las carballeiras. "Son ambientes que contienen una diversidad muy rica que se está perdiendo", alerta Sandra Goded, que apunta a diversos motivos para explicar su declive.

"Hay un problema social que está muy ligado al abandono de las zonas rurales y a la pérdida de conocimiento de cómo gestionar todos los recursos que el campo nos aporta", sostiene. Ella vivió en Antas de Ulla la imparable expansión del eucalipto en los últimos años. "Se priorizó algo nuevo", lamenta y añade: "Ahora estamos viendo las consecuencias en muchos puntos de Galicia, pero en algunos casos ya es tarde".

Esta bióloga lamenta que el Gobierno haya rechazado las recomendación del comité científico del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente de declarar el eucalipto especie exótica invasora. "Es una prueba del interés económico tan grande que hay detrás", lamenta esta joven bióloga.