El Gobierno local de Oleiros llevará al pleno del próximo mueves, para su aprobación definitiva, el plan parcial del sector de suelo urbanizable delimitado SUD-5 que promueve la sociedad Freixo y Ameneiro de la familia Etcheverría y que supondrá la cuarta ampliación del polígono de chalés de lujo y edificios de oficinas de Icaria, detrás de la zona de concesionarios y entre la Nacional VI, ahora AC-12, y la carretera de Montrove. Este desarrollo al menos permitirá abrir la calle pública O Riveiro para conectar con Juno en Icaria, que lleva años cerrada porque un empresario puso una valla en medio, sin que el Concello haya tomado medidas tras años de reclamaciones vecinales.

Este plan parcial se lleva a aprobación tras realizar modificaciones tras un informe desfavorable de la Xunta y unos cambios impuestos por técnicos municipales. Por parte de la Xunta se exigió un estudio de tráfico, con la circulación actual del entorno y la futura cuando se ejecute la urbanización de casi 300 viviendas, para ver su afección a la AC-12. También demandó rediseñar los viales interiores para que dos viales, Rúa Merlo y Riveiro, sean de una única dirección.

El Ministerio de Fomento también demandó elaborar un estudio sobre cómo estará el tráfico antes y después de que se ejecute la proyectada rotonda en Sol y Mar. Además de redactar este estudio, el promotor ha tenido que modificar la propuesta de ordenación de la urbanización en el plan parcial para eliminar la prolongación de la Rúa Merlo hasta la AC-12 con el fin de que no entre más tráfico en esta carretera.

Otro cambio que ha tenido que hacer Freixo y Ameneiro es eliminar su pretensión de conectar las piscinas que puedan construir los futuros chalés en sus parcelas a la red de aguas pluviales. Los técnicos municipales han obligado a que viertan a la red de aguas residuales.

Este plan parcial se aprobará de forma definitiva también tras informar las seis alegaciones presentadas. Cuatro de ellas son estimadas y se refieren a cambios en la titularidad de parcelas por herencias. Otra demanda una nueva valoración de la construcción, frutales y plantas de su finca afectada y se rechaza pero solo porque esto se analizará cuando se redacte el proyecto de equidistribución. La sexta alegación se rechaza porque se trata de una familia que tiene la mitad de la parcela afectada, dentro del sector SUD-5 que se va a desarrollar, y con suelo urbanizable por lo tanto, mientras que la otra mitad es suelo urbano, donde construyeron un edificio de tres plantas. Reclamaban que se incluyese la mitad urbana en el sector urbanizable (algo que los técnicos advierten que es ilógico) o como alternativa aportar todo el terreno al sector.

Los técnicos informan de que la alegación no tiene una razón justificada de interés público sino solo "particular", que los propietarios ya tuvieron edificabilidad en su día que se materializó en un edificio que construyeron y que después de eso, si segregaron la parcela, no pueden "de forma artificiosa, pretender adquirir una nueva edificabilidad en el suelo urbanizable".

Freixo y Ameneiro SL, con la aprobación definitiva de este plan parcial, desarrollará la última bolsa de suelo vacío en una de las zonas más cotizadas, Icaria, donde ya impulsó tres fases. El presupuesto de ejecución material de la urbanización es de 1,9 millones (sin contar gastos generales, honorarios ni impuestos). El sector no obstante se dividió en dos polígonos y el Concello promueve uno de ellos al carecer el promotor del 50% del total del ámbito. Primero se desarrollará el que tiene más superficie terciaria y solo 55 chalés y después el de 227 viviendas.

La ejecución de esta urbanización reducirá a la mitad el último pulmón verde la zona de concesionarios, un bosque de sauces y álamos. Al tener que ceder suelo para zona verde obligatoriamente, dejando la mitad del bosque actual cubrirían prácticamente la reserva. Freixo y Ameneiro, junto con la promotora de socios y familiares del empresario José Collazo Mato y una hermana de Amancio Ortega, también promueven enfrente, al otro lado de la N-VI, la urbanización de O Paraíso de casi un centenar de chalés, que supondrá la desaparición del último pulmón verde de la ría de O Burgo.