Desde el inicio de la crisis del ladrillo en 2008 las quiebras de promotoras y constructoras ha sido una constante. Una década después, en la mayor parte de los concellos el sector de la construcción no se ha recuperado y mientras se encarecen de forma alarmante los alquileres, aún se producen quiebras de grandes inmobiliarias. Una de ellas está en la fase final del concurso voluntario que solicitó después de acumular extraordinarias deudas con bancos, con Hacienda, la Diputación, particulares, la Seguridad Sociedad y hasta el Fogga (Fondo Galego de Garantía Agraria).

El Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña sacará próximamente a subasta 23 lotes de una inmobiliaria, todos en Betanzos menos un local en Miño, embargados por Hacienda y valorados en total en unos seis millones de euros.

Se trata de casas, garajes, trasteros, muchos locales comerciales, solares y un edificio denominado El Hotel en la Rúa Ánxeles, en la que la sociedad aún es propietaria de 76 bienes del total de 82, entre pisos, garajes y trasteros. El valor de este inmueble es de 3,6 millones de euros.

La actuación con respecto a este edificio de la Rúa Ánxeles construido en julio de 2016 es un paradigma de la actuación de las inmobiliarias en los años dorados del ladrillo. Se pide un préstamo a un banco de 1,5 millones para comprar terrenos. Luego se amplía dicho préstamo por 4,7 millones, después se producen sucesivas ampliaciones del período de carencia. Aún no se ha terminado de pagar un préstamo y se solicita otro. Al final el crédito supera los 6,2 millones de euros. Varios locales que salen a subasta están ahora ocupados, alquilados a negocios (Hacienda tiene incluso la renta embargada).

La gran mayoría de propiedades fueron adquirida mediante préstamos a bancos como BBVA y Abanca, que ahora son acreedores.

Cuenta con locales en A Cañota y A Galera, casas en A Angustia y Saavedra Meneses, una vivienda en Valdoncel que está alquilada, un terreno en As Cascas o sótanos en la avenida Jesús García Naveira.

La subasta de estos bienes en el proceso de liquidación concursal incluye también dos vehículos, un Mercedes S350 y una Peugeot Partner.