Más que la multa, lo que fastidia al conductor es ese chirriante pitido que suena en el coche si no se pone el cinturón. Para librarse de este sonido y poder conducir sin el cinturón se han dado casos de personas que pasan el cinturón por la parte trasera del asiento y lo abrochan en el anclaje. Pero una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico ayer descubrió una nueva modalidad para engañar al chivato del cinturón: una hebilla de repuesto.

Los agentes esta semana realizan una campaña de vigilancia del uso del cinturón de seguridad en el vehículo y ayer por la mañana los efectivos se encontraron en Arteixo, en la carretera AC-552 que une A Coruña con Carballo, a un conductor que no llevaba puesto el cinturón de seguridad.

Los guardias le requirieron para que se lo abrochase para verificar que funcionaba correctamente antes de redactar la denuncia. Y en ese momento les llegó la sorpresa.

No es que este hombre lo tuviese averiado, sino que en el anclaje había una hebilla suelta, no la del cinturón sino una que el conductor había comprado en un desguace, según la Guardia Civil, con el único objetivo de que el vehículo dejase de emitir la señal acústica que suena cuando se circula sin hacer uso de dicho cinturón de seguridad.

La Guardia Civil de Tráfico, con apoyo de un helicóptero y cámaras, extrema estos días la vigilancia del uso del cinturón de seguridad de los vehículos, tanto entre los conductores como entre los pasajeros.