Iago Otero Regueira confiesa que sintió un flechazo cuando vio los silos abandonados del aserradero próximo al campo da feira de Paiosaco. Un espacio ahora vacío, degradado, que este arquitecto propone reconvertir en un Centro de Artesanía y Paisaje que promueva la agricultura y los oficios tradicionales y que sirva de "puerta al mundo rural que hay detrás" del núcleo que asoma desde la carretera principal. "En lugar de crear un nuevo edificio, me pareció bonito utilizar algo que ya estaba ahí", explica este joven recientemente titulado por la Escola Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña.

Su proyecto de fin de grado será uno de los que se expondrá a partir de mañana en el Colexio de Arquitectos de Galicia para celebrar el Día Mundial de la Arquitectura. No es la única propuesta para reiventar un enclave de la comarca que podrá verse en esta muestra que lleva por lema Arquitectura para un mundo mejor. Christian José Fernández Macías ha diseñado un mercado en Sada que serviría de transición entre el humedal de As Brañas y el núcleo y que estaría estrechamente vinculado al feirón de los sábados. "Quería generar un recorrido urbano que sea complementario al feirón, que la gente entre en el edificio sin darse cuenta", explica.

Los dos proyectos pretenden insuflar nuevas vidas a los mercados y ferias. Y al tiempo recuperar espacios degradados o que no acaban de encajar en el entorno pese a ocupar un lugar central. As Brañas de Sada se encuentran en el centro de la villa, pero a día de hoy apenas resultan accesibles y careces de zonas intermedias que faciliten la transición entre el núcleo urbano y la naturaleza. Esa carencia es la que ha llevado a Christian José Fernández Macías a proyectar su mercado en el límite de este humedal y a plantear en su proyecto soluciones para hacer "menos duro el tránsito". "Para mí era muy importante integrar la vegetación en el proyecto", explica este joven arquitecto.

Con su proyecto del mercado, aspira a "generar la idea de un bosque artificial": "Los pilares serían como los troncos", explica Fernández Macías, que apuesta por una fachada acristalada con "apacibles vistas sobre el río colindante y As Brañas de Sada".

Mejorar la transición al mundo rural es el objetivo del Centro de Artesanía y Paisaje que proyecta Iago Otero Regueira en Paiosaco. Este arquitecto pretende recuperar un antiguo aserradero ubicado en el entorno del campo da feira para que "deje de ser una barrera al paisaje y se convierta en un elemento de transición". El campo da feira ahora es "como un parking muy grande", explica este técnico, que incide en que la ordenación de Paiosaco, que describe como un "vacío en un cruce de caminos", hace que la "gente de la zona prefiera reunirse en las calles traseras, más vinculadas al paisaje", explica. En lugar de optar por construir un nuevo edificio, Otero Regueira plantea recuperar esta antigua edificación industrial en desuso y convertirla en un punto de encuentro y una "puerta al mundo rural que hay detrás". Un lugar vinculado a las huertas, a la feria y que sirva como centro dinamizador, con aulas, talleres, zonas de experimentación y cultivo y un auditorio.