El Sada Marina inicia una segunda vida. Tras lograr un mayor éxito del esperado con la apertura parcial el pasado mes de junio, cuando se pusieron en funcionamiento 19 habitaciones, Alda Hotels, que compró el complejo el pasado marzo, proyecta terminar este mes la reforma de 10 de los veinte apartamentos, dúplex, y abrir todo el complejo la próxima Semana Santa. Por ahora, la gerencia negocia con empresas la gestión externa del restaurante y la cafetería y proyecta crear un parque de bolas en el bajo que en su día se concibió como una discoteca en la que nunca se llegó a bailar.

La estructura es la misma que el antiguo cuatro estrellas. Solo dos de los seis ascensores estaban averiados y la reparación de las bajantes permitió solventar los problemas de inundaciones en los bajos sin gran dificultad, aseguró ayer el director y propietario de la cadena hotelera, Alberto Rodríguez, en una visita guiada en que se pudo ver el estado de las obras. Por el momento, el Hotel Alda Sada Marina tiene dos estrellas y sus propietarios prevén llegar hasta tres cuando comience a funcionar el servicio de restaurante y cafetería.

Las habitaciones, todas de 25 metros cuadrados y con baño privado, tienen un precio "medio" de unos 60 euros la noche, apunta la cadena hotelera. Por ahora funcionan las de la primera planta, 19 de las 76 existentes. En una conocida web de reservas, ayer podían encontrase habitaciones dobles para la noche de hoy por 39 euros -las que dan a la parte trasera- o 50 euros las que tienen vistas al mar. Una triple cuesta hoy 60 euros.

El hotel cuenta con desayuno por 5 euros. Por ahora, presta este servicio el hotel de modo directo, pero lo dejará en manos de la empresa que asuma la gestión del restaurante, todavía por concretar. Bajo el comedor, situado junto a la entrada, el director prevé situar un parque de bolas de dos pisos para dar servicio al público familiar.

La parte superior mantiene la distribución en salones para eventos que en su día acogieron celebraciones como bodas.

El hotel adquirirá el material "básico", como mesas, sillas y proyectores, para facilitar la realización de presentaciones o congresos. En el sótano, se encuentra la estructura de un vaso de piscina en un amplio espacio con huecos construidos para habilitar vestuarios. En ese espacio, la dirección pretende que una empresa externa invierta y lo acondicione como piscina con spa y gimnasio. "Sin costes para nadie", asegura Rodríguez. En los bajos, ya se han instalado desde una empresa de estética hasta una dedicada a la vela, iniciativa que podría atraer clientela. El director celebra que el hotel ya ha atraído a clientes por visitas profesionales a A Coruña o Ferrol y a familiares de sadenses.