El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, anunció ayer que solicitará una "reunión urgente" con el "conselleiro de Educación o la dirección general" para reclamar que este departamento empiece de forma inmediata la segunda fase de las obras del comedor del colegio de Infantil y Primaria Valle Inclán de Perillo. La consellería anunció la pasada semana que la actuación la iba a realizar en 2019 y no este año, como pide el Concello, porque éste tardó en darle la licencia, la pidió el pasado junio y se le otorgó a finales de septiembre.

García Seoane asegura que esta explicación "es una disculpa", que la Xunta puede realizar las obras ahora, cerrando solo una parte del edificio aunque estén los niños en clase. También afirmó que cuando se pide una licencia siempre se tardan entre dos y tres meses de tramitación y que el Gobierno gallego debería de saberlo.

El regidor oleirense destacó que el proyecto de la consellería para completar el comedor que inició en 2016 contenía como mínimo unas diez deficiencias, y aún así, debido a la importancia de esta obra para la comunidad escolar, el Concello le otorgó el permiso "en un tiempo récord, saltándose incluso la legalidad", ya que estaban dispuestos a que corrigiesen estas deficiencias durante la ejecución de las obras para que no se demorasen.

Seoane recordó que Educación ejecutó la primera fase del comedor, cerrando una parte del patio, "hace ya tres años", en 2016, y han esperado a este año pare pedir licencia, lo que cree que está relacionado con las elecciones municipales del próximo año 2019.

El alcalde aseguró que ha solicitado hasta tres veces una reunión con responsables de esta consellería para que completen la obra que iniciaron en 2016 dirigida a dotar a uno de los colegios con más alumnos del municipio, unos 600, con un comedor escolar decente, después de años comiendo en unos barracones situados dentro del recinto, y donde aún ahora sigue comiendo parte del alumnado mientras otra parte lo hace en el comedor nuevo.

Con la nueva obra se podría trasladar la cocina a la nueva construcción, cerrando otra parte del patio, y habría también más sitio para que cupiesen todos los niños que hacen uso de este servicio.

Este año un total de 230 acuden al comedor escolar y un total de 22 se quedaron en la lista de espera ante la alta demanda (alumnos de todos los cursos, sobre todo de tercero de Primaria, pero también de primero, segundo, cuarto y quinto y un niño de cuarto de Infantil). La mayoría se quedaron fuera por falta de plaza mientras que diez fue a causa de presentar la solicitud fuera de plazo.

Perillo es una de las parroquias con más incremento de población y repercute en la matrícula del centro educativo, que crece cada año.