El spray se ceba con el patrimonio en la comarca. Las pintadas realizadas el pasado fin de semana en un león de O Pasatempo, conjunto con declaración provisional de Bien de Interés Cultural (BIC), se suman a los actos vandálicos que han sufrido otros bienes destacados del patrimonio público, también deteriorados por el abandono.

El propio león recién pintarrajeado -réplica del original- ya había sido pasto del vandalismo en anteriores ocasiones. La mayor diferencia es que ahora, al haberse tramitado la declaración de BIC de O Pasatempo, la cuantía de las sanciones para los vándalos se eleva: desde el mínimo de 300 euros para una infracción leve hasta un millón de euros para las muy graves.

La mismas sanciones, que prevé la Lei de Patrimonio Cultural de Galicia, corresponden también a los actos vandálicos que se realicen en la fábrica de la luz, también en Betanzos. Declarada monumento industrial de modo provisional, también ha servido de muro en varias pintadas, además de presentar un notable deterioro tras años de abandono.

Uno de los bienes más emblemáticos de la arquitectura comarcal, y más deteriorados, las casas Bailly, sufrió tantas pintadas y destrozos, además de algún incendio, de que el Ayuntamiento de Cambre, titular del conjunto, decidió tapiarlo. El antiguo sanatorio de Oza-Cesuras, otro bien pasto de la dejadez, sufrió también actos vandálicos. Parecía apiadarse de la situación de abandono del inmueble una de las pintadas, que rezaba: "SOS".

Como excepción, el palco de la música de Betanzos, singular pieza modernista, sufrió un bautismo de spray después de su rehabilitación.