"Hay un Perillo ría y un Perillo interior, la Nacional VI es un muro que nos divide y que impide que este núcleo se desarrolle y prospere más", denunciaron los vecinos hace un año, en una reunión en la que veían en la reforma del cruce de Sol y Mar, con las pasarelas peatonales, la vía para eliminar el "muro" que, aseguraron, supone la carretera Nacional-VI. Un año después, vecinos y Gobierno local insisten en urgir al Ministerio de Fomento a que licite la remodelación.

A los problemas de tráfico y movilidad denunciados con insistencia desde el Ayuntamiento oleirense y concellos vecinos, los vecinos sumaron las dificultades para el desarrollo del núcleo de Perillo. "En la zona de la ría no hay comercios ni casi locales de hostelería por el problema de cruzar la carretera", advirtió entonces Ignacio López, miembro de la Plataforma Ciudadana de Humanización de la N-VI-Avenida das Mariñas.

Las reclamaciones de impulsar esta reforma han sido numerosas desde entonces. Los integrantes de la plataforma se manifestaron dos meses después. En diciembre del año pasado, decenas de residentes en la zona se concentraron en la plaza de Agramar y se manifestaron en el paseo de peatones, en Perillo, para urgir a la ejecución de la obra.

La protesta se llevó a cabo dos horas después de que la vía sufriera su segundo colapso de tráfico en una semana, en plenas obras de instalación del sifón. El Gobierno oleirense ha demandado en numerosas ocasiones que se agilice la tramitación de la obra, ya prevista en los presupuestos de este año. Fomento aseguró a mediados de septiembre que preveía aprobar "próximamente" el proyecto de trazado para construcción de una la rotonda con un túnel debajo en la intersección de Sol y Mar. A continuación, se podría proceder a la redacción del proyecto constructivo. Sin novedades del Ministerio desde entonces, el alcalde oleirense, Ángel García Seoane, exigió a principios de este mes al departamento estatal que contrate las obras de Sol y Mar este año.