Xunta y Concello firmaron en julio de 2016, dos meses antes de las elecciones autonómicas, un convenio de colaboración para mejorar el servicio de abastecimiento de agua potable en Betanzos y erradicar los periódicos episodios de turbidez. Dos años y tres meses después, el organismo Augas de Galicia sigue sin fijar plazos para mejorar la planta de tratamiento, más allá de avanzar su intención de comenzar los trabajos en 2019.

De cumplir este último plazo, la obra comenzaría precisamente el año en que vence el convenio, que establece que la Xunta aportará un millón de euros a financiar en cuatro anualidades: 50.000 euros en 2016, 300.0000 euros en 2017; 300.000 euros en 2018 y 350.000 euros durante el próximo año.

La demandada mejora no ha salido todavía a concurso en el perfil del contratante de Augas de Galicia y, según informó el Concello, el proyecto no incluirá finalmente la mejora en los bombeos, que quedarían para una siguiente fase. Según recogía el acuerdo, los trabajos se cofinanciarían con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), en el marco del Programa de desarrollo rural de Galicia 2014-2020.

El BNG exigió ayer explicaciones por el retraso que acumulan las obras y apela a la existencia de numerosas quejas vecinales. Los nacionalistas recuerdan que hace ya más de dos años que Xunta y Concello firmaron el convenio para mejorar la captación de agua. "Casi tres años después, aún no hay ninguna actuación concreta y la calidad del agua es lamentable", critica el portavoz del Bloque, Henrique del Río. La formación denuncia que desde hace unos días, el agua sale "de un color marrón que hace inviable su consumo" y exige al Gobierno local que "haga públicas las analíticas" y que "compense a los vecinos en la tasa por los constantes episodios de turbidez".

El BNG insiste en reclamar la gestión pública de este servicio básico. "Llevamos años pidiendo que se estudie la posibilidad de remunicipalizar este servicio, que acumula muchísimas quejas", afirman.