Los operarios han vuelto a la travesía de Meirás y a la calle Ecuador, en As Eiras, para reanudar el derribo de las casas en ruinas y urbanizar todo el entorno. El Gobierno local arteixán y la adjudicataria de los trabajos, Pan y Díaz, han visto viable retomar los trabajos sin afectar a la vivienda del vecino que se niega a marcharse pese a que la edificación fue expropiada por el Concello hace varios meses. La obra estuvo detenida cerca de dos meses.

La empresa encargada de los trabajos no pudo continuar la actuación a finales de agosto debido a que el residente no quería abandonar su casa. La obra quedó paralizada desde aquel momento. El Concello y la adjudicataria decidieron hace unas semanas estudiar la posibilidad de continuar la actuación sin afectar a la casa del vecino. Concluyeron que es viable y la han reanudado. El alcalde, Carlos Calvelo, había anunciado que la previsión del Gobierno local era que la obra se reanudase a mediados de mes. Finalmente hubo que esperar hasta esta semana.

La situación de la obra de As Eiras, uno de los núcleos más antiguos de Meicende, llegó al pleno municipal que se celebró en la jornada de ayer. El alcalde explicó, tras una pregunta del BNG, que no ha habido "ninguna negociación" con el vecino que se niega a abandonar su vivienda y que a día de hoy el Concello no le puede abonar el precio de la expropiación porque "no es propietario, ni tiene alquiler ni titularidad". Calvelo aseguró que "no queda otra solución que el desahucio judicial". El Gobierno local prepara la documentación necesaria para solicitar formalmente al juzgado el desalojo de este residente. "Si el juzgado dictamina que hay una indemnización, no hay problema", afirmó el alcalde.

El regidor también relató que el propietario del edificio que figura en el Catastro tampoco puede cobrar la indemnización porque no tiene las escrituras.

Calvelo además recordó que el Gobierno local decidió ejecutar este proyecto porque en esta zona de Meicende "se vende droga, se consume y se tiran jeringuillas". El Ejecutivo municipal optó por ampliar la calle Ecuador y la travesía de Meirás -una actuación prevista en el planeamiento urbanístico en vigor, según afirmó el alcalde- para poder ejecutar las demoliciones de las casas en ruinas.