Los ayuntamientos de montaña, los más rurales, con escasa población y más escasas fuentes de riqueza, sufren una grave despoblación y envejecimiento en favor de los ayuntamientos costeros. Para corregir este desequilibrio, potenciar que los jóvenes vivan y trabajen en el campo dotándolo de todos los servicios y rebajar la edad media, se trata de compensar a estos territorios. Los planes de subvenciones de la Diputación pretenden garantizar la solidaridad territorial, debido a que las grandes ciudades ya tienen todos los servicios y más riqueza. Sin embargo, dos partidos en la Diputación de A Coruña, Marea Atlántica y Alternativa dos Veciños, consideran que se deben cambiar los criterios del Plan Único, que se puso en marcha en 2017, porque priman a los concellos rurales y perjudican a las ciudades.

El diputado de Marea Atlántica Daniel Díaz destacó que el Plan Único que puso en marcha el actual Gobierno provincial es "positivo" porque dotó a los concellos de "independencia" al poder decidir a qué destinan las ayudas que les otorgan pero también mostró su "crítica" porque el actual Ejecutivo provincial "dejó de lado a las ciudades en el reparto" de estos fondos del plan. "La única vía que nos deja, cuestionable, son las subvenciones nominativas. Las ciudades es donde se concentra la mayor parte de los servicios, por lo que reclamamos un plan de grandes ciudades", declaró Díaz en un debate en una emisora autonómica.

El portavoz de Alternativa dos Veciños y alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, criticó el Plan Único de 2019 que se acaba de aprobar porque reduce su cuantía, de 76 a 61,5 millones y por lo tanto, también rebaja las ayudas que le tocan a cada concello. "A Oleiros nos tocan 400.000 euros menos que este año. Discrepo en los criterios de reparto del Plan Único, creo que hay que revisarlos porque hay ayuntamientos que se llevan un 70% por tener muchas aldeas o tener un territorio muy extenso. Concellos como A Capela o Monfero tienen una extensión inmensa pero es todo monte y se llevan dinero de una forma que no es justa. A las ciudades solo nos prima un 5% el esfuerzo fiscal en el criterio de reparto", declaró Seoane. Matizó que está a favor de "apoyar a concellos pequeños" pero quizá debería de haber más fusiones porque algunos ayuntamientos "no tienen sentido".

De opinión contraria se mostró el portavoz de Compostela Aberta, Manuel Dios, quien subrayó que el Plan Único ha sido positivo porque le ha permitido a su ayuntamiento, Santiago "corregir la enorme desigualdad entre el área urbana y rural". Destacó que la gente piensa que Santiago es la catedral de Santiago, pero tiene muchísimas zonas rurales. "Dedicamos un millón a corregir estas desigualdades", con estos fondos, por eso apoya los actuales criterios de reparto porque son "objetivos".

El diputado socialista Bernardo Fernández también subrayó que el Plan Único "reparte de forma más equitativa los fondos y no de forma discrecional como hacía el PP". Xosé Regueira del BNG subrayó que los criterios actuales de reparto se acordaron entre todos y los que había cuando gobernaba el PP primaban mucho la población por lo que "tres grandes ciudades" eran siempre "las beneficiadas". Agustín Hernández del PP señaló que el problema es que la Diputación carece de un "plan estratégico de subvenciones", que está obligada a tener.