Los documentos iniciales de la Demarcación Hidrográfica Galicia Costa para ciclo 2021-2027 que tiene a exposición pública Augas de Galicia incluyen once ríos de la comarca de A Coruña, Betanzos y Ordes "en riesgo de no cumplir los objetivos ambientales establecidos para el año 2021". La memoria del plan, a exposición pública, incluye en esta lista roja los ríos Mero, Barcés, Valiñas, Sisalde, Anllóns, Maior, Gándara, Tambre, Lengüelle, Mendo y Mandeo.

Su inclusión en esta relación de ríos que no cumplen los objetivos ambientales responde a diferentes causas, aunque la contaminación microbiológica o el enriquecimiento en materia orgánica o en nutrientes son los más frecuentes. La alteración de hábitats por cambios hidrológicos es otra de las causas más habituales y, en menor medida, la contaminación química, que afecta a los cauces del Tambre, Mero y Mendo, Mandeo (los tres últimos desembocan en la ría de O Burgo y de Betanzos respectivamente).

Su inclusión en esta lista no implica necesariamente un elevado grado de contaminación, pero sí que las analíticas de 2017 detectan diversos impactos que suponen un riesgo para cumplir los objetivos ambientales de cara a 2021 no solo en lo relativo al buen estado de las aguas, sino también en lo dispuesto en los requerimientos adicionales establecidos para zonas protegidas. Colectivos ecologistas como Adega alertan desde hace años de la mala salud de varios de los ríos presentes en la relación autonómica. Las conclusiones del informe Proxecto Ríos presentada en 2018 incluían el Mero y Arteixo como dos de los cauces con calidad biológica "mala. En la cuenca del arco ártabro y fisterrán, el informe destacaba el estado las "importantes alteraciones" del río de A Gándara y el "aumento de la degradación de los márgenes de los ríos".

Proxecto Ríos incidía en sus conclusiones en el impacto provocado por la proliferación de la flora exótica en el entorno de los ríos y apuntaban al Mero, Mandeo y Brexa como tres de los más afectados.

La existencia de vertidos, especialmente en los ríos que desembocan en la ría de Betanzos, ha sido denunciada en numerosas ocasiones por cofradías de pescadores, ecologistas y grupos políticos, que reclaman fondos para mejorar la red de saneamiento.