El Valedor do Pobo informó al vecino de As Eiras que no quiere abandonar su vivienda, Isolino Bardanca, de que "no se aprecia error material ni irregularidades procedimentales" en el proceso de expropiación que el Gobierno local de Arteixo realizó para ampliar la travesía de Meirás y la calle Ecuador. La institución le envió esta contestación después de que este residente remitiese un escrito en el que denunció que el Concello expropia el inmueble en el que asegura residir y no le abona indemnización alguna. El Gobierno local no quiere pagar una compensación a Isolino Bardanca porque no ha conseguido acreditar que sea propietario del inmueble. El Valedor también indicó a este residente que este conflicto debe ser abordado "en los tribunales de justicia".

"No se observa actuación administrativa alguna que corresponda corregir desde esta institución", asegura el Valedor do Pobo a este vecino de As Eiras. Esta institución requirió información sobre el caso al Concello, que respondió que en el proceso de expropiación "se cumplieron los trámites legalmente establecidos" y "se respetaron las garantías al derecho de la propiedad de los afectados". También señaló que Isolino Bardanca no aportó "documentación acreditativa de la titularidad" del inmueble.

La negativa de este vecino a abandonar la vivienda en la que reside mantuvo paralizada la obra de As Eiras durante cerca de dos meses. El Gobierno local decidió reanudarla a finales de octubre, pero sin afectar a la casa de Bardanca. El alcalde, Carlos Calvelo, explica que la vivienda de Isolino "no la vamos a tocar" y que el Concello solicitará al juzgado el desalojo de este vecino. "El Concello no puede hacer otra cosa. No vamos a entrar en la vivienda hasta tener autorización judicial", asegura el regidor.

Los operarios empezaron a demoler la casa que está al lado de la de Isolino Bardanca el pasado miércoles. Este vecino tiene miedo de que estos trabajos puedan afectar a su vivienda. "Estoy intranquilo. Eso se puede caer", advierte. La excavadora pasa a muy pocos metros de su vivienda. Bardanca asegura que no puede trabajar porque tiene que vigilar que los obreros no le hagan ningún destrozo en su inmueble. "Temo que pueda reventar en cualquier momento", afirma.

El alcalde ha defendido que el Gobierno local decidió ejecutar el derribo de las viviendas en ruinas de As Eiras porque en esta zona de Meicende "se vende droga, se consume y se tiran jeringuillas". El Ejecutivo municipal optó por ampliar la calle Ecuador y la travesía de Meirás -una actuación prevista en el planeamiento urbanístico en vigor, según afirmó el alcalde- para poder ejecutar las demoliciones.