El debate arrancaba al mediodía, pero comenzó casi una hora antes, a las 11.15 horas, con una manifestación de alcaldes del PP por el "recorte" en ayudas y, casi al mismo tiempo, con una comparecencia del presidente, Valentín González Formoso y el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, para anunciar un acuerdo in extremis que permitiría a la Diputación aprobar las últimas cuentas del mandato.

La votación plenaria no arrojó sorpresas. Todos los grupos salvo el PP votaron a favor del presupuesto, que asciende a 183,6 millones, un 2,6% más que el de 2018. El debate escenificó el inicio de la precampaña, con reproches a la gestión del Gobierno provincial desde la bancada popular y alguna que otra pulla cruzada entre el bipartito y Marea Atlántica y Compostela Aberta.

El Ejecutivo provincial defendió un presupuesto "riguroso, municipalista, sensible con lo social, austero y dinámico" y apeló a la "extraordinaria contención del gasto corriente". El diputado de Economía, Antonio Leira, destacó el incremento de las áreas de Emprego e Promoción Económica (32%), Cultura e Deportes (10,7%), Acción Social (8,7%) y Vías e Obras (7,5%). El socialista llamó también la atención sobre el montante inicial del Plan Único, 61,5 millones, 14,5 millones menos que en 2018, como le reprochó el PP. El Gobierno provincial destacó que se trata de un proyecto "dinámico" que se incrementará a lo largo del ejercicio con cargo al remanente y expresó su confianza en que alcanzará finalmente los 100 millones.

Alternativa dos Veciños manifestó su apoyo a las cuentas, aunque con "discrepancias" en algunos puntos. Ángel García Seoane reclamó más fondos para la mejora de las carreteras provinciales, muchas de ellas "obsoletas". "Es un incremento muy tímido para una necesidad muy grande", sostuvo. El diputado reclamó también fondos para "la feria más importante de España", en alusión a Alfaroleiros.

Compostela Aberta expresó también su apoyo a un presupuesto "equilibrado" y "sin endeudamiento". "No compartimos el cien por cien, pero reflejan políticas con las que nos identificamos", resumió Manuel Dios. El diputado reclamó fondos para el arreglo de dos carreteras del área de Santiago. "Ese compromiso debe quedar claro", advirtió el portavoz de la formación, que manifestó su "decepción" por la ausencia de un plan para grandes ciudades que, recalcó, había propuesto el Ejecutivo.

La ausencia de este plan fue criticado también por Marea Atlántica, que acusó al Gobierno provincial de "dar la espalda a una realidad", que "la ciudad presta servicios más allá de sus límites administrativos". El diputado Daniel Grandío desgranó los compromisos a los que ha supeditado su acuerdo, lamentó las dificultades iniciales para alcanzar un acuerdo e instó al Ejecutivo a "mejoras las formas". "Casi nos hacen no apoyar la propuesta", desveló.

El PP aprovechó el debate del último presupuesto del mandato para "hacer balance" de la gestión del bipartito y acusó al Ejecutivo de incumplir varios de sus compromisos de la investidura, como crear un Consello Provincial de Alcaldes y la elaboración de un plan estratégico de subvenciones que solicita Intervención desde hace años. Su portavoz, Agustín Hernández, se mostró especialmente crítico con el Plan Único, un programa que, denuncia, utiliza el Ejecutivo para "ponerse de perfil ante los problemas municipales". El popular criticó también la reducción de los 76 millones presupuestados inicialmente para este plan en 2018 a los 61,5 del las cuentas de 2019. El incremento del gasto corriente y de las partidas para protocolo o el parque móvil centraron otras de sus críticas.

El BNG defendió el reparto por criterios objetivos del Plan Único, que calificó de "revolucionario". El diputado Xosé Regueira desafió al PP a proponer a sus alcaldes volver al plan DTC aprobado durante el mandato de Diego Calvo y que primaba a las ciudades y recordó a Marea Atlántica y Compostela Aberta que la Diputación tiene por función atender a los pequeños concellos El socialista Bernardo Fernández, en la misma línea, criticó al PP por "aportar pocos datos" y acusó a los populares de pretender que los fondos se repartan con criterios "políticos" y no de forma objetiva. El presidente, Valentín González Formoso, atribuyó las críticas al "estado previo a las elecciones" y recalcó que la Diputación está "perfectamente gestionada".