La empresa López Cao, que ejecuta las obras de urbanización del sector de casi 700 viviendas y campo de golf en Xaz, reconoce que es muy "difícil" evitar los arrastres de tierra de las obras en momentos de lluvias muy intensas y continuadas debido al tipo de terreno y a la cercanía entre la zona de trabajo y la playa de Santa Cruz, adonde ha llegado el barro en varias ocasiones tiñendo de color marrón toda la bahía. La entidad tiene ahora 25 balsas de decantación para que los sólidos queden en el fondo y solo se escape agua limpia, pero si llueve con gran intensidad no se puede evitar. Aún así trabajan "en coordinación" con Augas de Galicia desde el inicio de los trabajos y ahora, tras la amenaza de un segundo expediente sancionador por parte de la Xunta por estos vertidos de tierra, analizarán qué medidas adicionales se pueden adoptar, según explicó ayer el jefe de obra, Manuel Vázquez.

"En la noche del domingo al lunes hubo unas lluvias extraordinarias, si caen 70 litros por metro cuadrados cuatro horas, poco se puede hacer", señaló Vázquez. "Si hay tanta cantidad de agua, las balsas no dan abasto, no da tiempo a decantar los sólidos en suspensión", añadió. Ayer las obras apenas tenían actividad, dos excavadoras y escasos obreros. Augas de Galicia ya firmó el decreto de paralización de los trabajos pero la empresa no tiene que pararlos hasta que se le notifique. Cuando tengan la notificación solo podrán realizar actuaciones dirigidas a reforzar las medidas antivertidos de tierra a los regatos. Aunque la empresa tampoco piensa tener mucha actividad en estas épocas de lluvias, porque toda la zona de trabajo se embarra de tal forma que es impracticable. "Pero no habrá retrasos en la obra, ya se cuenta con esto al dar los plazos", añadió el jefe de obra.

Mientras la Xunta y la adjudicataria de la obra reconocen que los vertidos proceden de la obra de la urbanización de Xaz, donde tras la explanación y arrancado de la cubierta vegetal están realizando las canalizaciones de servicios (pluviales, residuales, electricidad, telecomunicaciones, agua potable, alumbrado público, y luego calles y aceras), el alcalde, Ángel García Seoane, afirmó ayer en redes sociales que cuando llueve "las aguas bajan revueltas en cualquier río", pero en este caso los vertidos de tierra a la bahía se deben a las obras de construcción "de una nueva carretera que conectará Santa Cruz con la vía ártabra, no al campo de golf". Culpa así a un vial que será de uso público (aunque destinado a la urbanización del campo de golf) y exculpa a la obra privada, de viviendas y campo de golf, que promueve el empresario Manuel Jove. Augas acudirá hoy de nuevo a la obra de Xaz para comprobar el estado del terreno mientras analiza las muestras del vertido del pasado lunes para ver si multa a la empresa por segunda vez. El primer expediente sancionador prevé una multa de hasta 30.000 euros pero aún está en fase de alegaciones.