El Concello de Sada se movilizará para evitar el cierre de la última de las escuelas unitarias del municipio ya iniciado el curso. La Consellería de Educación comunicó ayer a las familias su intención de cerrar la escuela de Carnoedo y trasladar al alumnado al colegio de Mondego a la vuelta de las vacaciones de Navidad.

La decisión de la Xunta ha cogido a las familias y al Ayuntamiento con el pie cambiado. Educación defiende el cierre por la baja matriculación, dado que solo estudian en el centro tres alumnos cuando impone un mínimo de seis. El Ejecutivo admite que la matrícula definitiva de este curso es muy reducida pero argumenta que la Xunta autorizó que se iniciara el curso en estas condiciones y apela a los trastornos que se derivarán del traslado de los pequeños a estas alturas.

El BNG fue el primero en dar la voz de alarma. La formación ha convocado una protesta el viernes 7 de diciembre para impedir el cierre de esta escuela que, incide, dispone de "unas magníficas instalaciones". "No es razonable que una vez que se autoriza su funcionamiento se pretende obligar a las familias a cambiar a las niñas y niños en el mes de enero", denuncia la formación, que apela a los trastornos que este cierre intempestivo acarreará a las familias y los pequeño.

El alcalde, Benito Portela, se puso ayer en contacto con responsables de Educación para exigir explicaciones por el cierre. El regidor manifestó el rechazo del Gobierno local a la decisión autonómica y solicitó el apoyo de todos los grupos de la Corporación para forzar a la Xunta a dar un paso atrás.

Todos los grupos del Ejecutivo municipal (Sadamaioría, PSOE y BNG) instan a Educación a mantener abierta la unitaria hasta junio y adoptar las medidas que correspondan en función de las matrículas del próximo curso. Portela incidía ayer en que el reducido número de matriculados este año obedeció a cambios de última hora e instó a la Xunta a no tomar la decisión en base a un problema coyuntural.