Los residentes en el edificio de A Patiña en Cambre alertan de que "el acuerdo verbal con el Banco Santander para la renovación de los contratos de alquiler respetando los derechos adquiridos no se está cumpliendo".

Los residentes en este inmueble de promoción pública desde 1997 señalan que muchos no han firmado aún las renovaciones de los contratos de alquiler, otros que los han firmado y enviado no los han recibido devueltos y visados aún, mientras existen también vecinos que "llevan meses sin contrato" pero aún así siguen pagando sus cuotas mensuales y lo que creen más grave, ahora les exigen para renovar, "un aval físico", cuando en los anteriores contratos no se solicitaba.

Estos afectados afirman además que en algunos casos "han dejado de pasar los recibos" a los inquilinos, lo que les levanta sospechas. "¿Qué clase de empresa no quiere cobrar por sus servicios?", se preguntan, además de cuestionar qué pasará cuando acumulen varios recibos sin abonar, al no pasárselos a los inquilinos.

Los que ocupan estas viviendas sociales también aseguran que los alquileres "están subiendo por encima del IPC" y además en los recibos se les ha incluido una "cantidad a mayores por mantenimiento de las zonas comunes", cuando dicho mantenimiento "brilla por su precariedad".

Añaden además que existen viviendas sin caldera de gas desde hace meses, y tampoco les arreglan las neveras, cocinas y humedades. Se trata de pisos de más de veinte años y con muebles y electrodomésticos con esa misma antigüedad en muchos casos.

Los vecinos de A Patiña señalan que a pesar de las movilizaciones el problema que tienen sigue sin solucionarse y temen que se quiera forzar su desalojo. Recalcan que el edificio tiene la calificación de vivienda protegida desde el año 1997 hasta 2027 y son de promoción pública por treinta años por lo que exigen "el reconocimiento público de esta condición".