La Audiencia Provincial enjuiciará a un trabajador de una sucursal de un banco de Miño por robar más de 900.000 euros de las cuentas de sus tías y primos, residentes en Estados Unidos. La Fiscalía demanda que el acusado, que no tiene antecedentes penales, sea sentenciado a cuatros años y medio de prisión por un delito de apropiación indebida.

El hombre fue empleado de la sucursal bancaria ubicada en Miño entre mayo de 1995 y noviembre de 2010. El escrito de acusación relata que los desvíos de dinero de las cuentas de sus familiares en su beneficio comenzaron en enero de 2007. El acusado figuraba en todas las cuentas como cotitular o como autorizado y realizó las transferencias en su calidad de interventor de la oficina. En algunas ocasiones incluso solicitó la firma de su tía, prosigue el Ministerio Público.

En 2010, el acusado realizó cuatro cargos en tres cuentas de sus tías y primos que sumaron 48.295 euros para incorporar a su patrimonio. El propio banco detectó entonces la irregularidad de estas operaciones, que fueron realizadas sin la autorización firmada de los titulares. El escrito del fiscal señala que la entidad procuró que dicha firma se efectuara en fechas posteriores pero el trabajador consiguió engañar a sus familiares, residentes en Estados Unidos, para conseguir su rúbrica sin levantar sospecha.

Entre el relato de los hechos a juicio figura también que, entre enero de 2008 y julio de 2011, el trabajador de la sucursal se dedicó a sacar dinero de la cuenta de una de sus tías, fallecida en 2012. La mujer tenía dos cuentas de ahorro y el acusado parece que logró desviar de las mismas un total de 888.755 euros.

Para evitar ser descubierto, el hombre retiró 1.895 euros de la cuenta en la que figuraba como titular junto a su tía y los abonó a otros clientes de la entidad, como si se tratara de un interés por imposiciones a plazo fijo. El banco detectó esta irregularidad, ya que apreció cómo el abono de estos intereses a clientes se realizó de forma manual por el acusado y no automáticamente, como suele ocurrir. La fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de apropiación indebida, por lo que solicita una pena de cuatro años y seis meses de cárcel así como una multa de nueve meses a razón de 25 euros diarios. El acusado puede ser condenado al pago de las costas procesales y a abonar los 888.755 euros robados a los dos herederos de su tía, que nombró en el testamento. El fiscal pide que retorne 37.895 euros a su otra tía y un total de 10.400 euros a su primos.