El Gobierno local de Arteixo, del PP, encara los últimos seis meses del actual mandato sin haber contratado la redacción del plan general. Mientras tanto, el urbanismo en el municipio se rige por las normas subsidiarias aprobadas en 1995, hace ya casi un cuarto de siglo. El alcalde, Carlos Calvelo, prometió en la campaña de las municipales de 2011 que este documento urbanístico estaría listo en su primer mandato, que acabó en 2015. El plan general tampoco estará aprobado en su segunda legislatura.

El Concello acordó hace tres años rescindir el contrato a los anteriores redactores Arnaiz y Tinsa, que habían sido contratados por el bipartito del PSOE y de Terra Galega. El Ejecutivo municipal asegura que ya acomete "el último trámite" para resolver el anterior contrato y que luego procederá a la licitación del nuevo.

Los anteriores adjudicatarios de los trabajos presentaron un anteproyecto del plan general y en 2011 la Xunta remitió un informe previo a la aprobación inicial. Desde ese año no hubo más avances. Los anteriores redactores denunciaron que en 2011 entregaron el informe previo a la aprobación inicial y que desde ese momento no fue posible la entrega de los siguientes puntos previstos para elaborar el documento.

Mientras tanto, el Gobierno local ha recurrido a parches urbanísticos para reordenar el territorio. Ha utilizado planes especiales para crear equipamientos públicos (es el caso de la piscina de Meicende) y modificaciones puntuales (como la del polígono de Sabón, donde autorizó los usos comerciales en las parcelas de la Schweppes en la de Gundín). El Gobierno local del PP ha recurrido a estas fórmulas legales en más de 20 ocasiones desde 2011, cuando se hizo con el poder.

La base del urbanismo actual en Arteixo son las normas subsidiarias de 1995, que son un plan general compacto. En 1996 rozaba los 21.000 habitantes y este año ya ha superado los 32.000. El urbanismo no ha avanzado a la misma velocidad en el mismo periodo.

El actual Ejecutivo municipal afronta el tercer intento para tener plan general. Los dos anteriores fracasaron. El exalcalde Manuel Pose lo intentó en 2006, aunque la Xunta tumbó finalmente el documento urbanístico. Posteriormente, el Gobierno local de PSOE y TeGa rescindió en 2007 el contrato a los redactores anteriores y contrató a otra unión temporal de empresas. Cuatro años después el PP se hizo con el poder.

"Carlos Calvelo, si tiene la mayoría para gobernar en solitario, si en cuatro años no es capaz de aprobar un plan general no se presentará a las siguientes elecciones municipales". Esta es la promesa con la que el actual alcalde, Carlos Calvelo, se presentó a las elecciones de 2011. La incumplió.

Con la llegada del actual Gobierno local transcurrieron varios años sin avances públicos y el Concello optó por rescindir el contrato en 2015 porque la redacción del documento iba "mucho más retrasada" de lo esperado. El concejal de Urbanismo, Alberto Castro, señaló que se trataba de un documento "sin trabajar" y entregado precipitadamente antes de las elecciones municipales del año 2011.

La elaboración del plan general ha provocado más de un intenso debate plenario entre Gobierno local y oposición. En el año 2014 TeGa, BNG y PSOE abandonaron la sesión por las "mentiras" del concejal de Urbanismo, Alberto Castro, sobre el plan general, según denunció la oposición. PSOE, BNG y Terra Galega han preguntado en las sesiones plenarias sobre la elaboración del documento.