No hay nada que pueda contener al agua cuando cae de forma torrencial y durante mucho tiempo. Ni 25 balsas de decantación ni barreras anticontaminación como la instalada en la desembocadura del río de Santa Cruz. Todas estas medidas fueron sobrepasadas ayer en el enésimo episodio de vertidos de tierra a la bahía, procedentes de las obras de ejecución de la macrourbanización de Xaz, donde la empresa concesionaria, López Cao, ejecuta la urbanización de medio millón de metros cuadrados para ejecutar los viales y servicios previos a la posterior construcción de casi 800 viviendas, además de la realización de un campo de golf de 18 hoyos, un proyecto que promueve el empresario Manuel Jove.

Toda la enorme extensión de lo que fue el valle de Xaz está ahora pelada, sin cubierta vegetal que agarre la tierra, solo quedan algunos ejemplares al borde del regato que atraviesa el sector por ser obligatorio por ley, y otros porque decorarán el campo de golf.

La bahía de Santa Cruz, otra vez teñida de marrón

Técnicos de la Xunta visitan periódicamente las obras para ver las medidas adoptadas y hacer analíticas de estos vertidos al mar. Tras la anterior riada de barro Augas de Galicia acordó paralizar las obras de urbanización.

El Partido Popular destacó ayer que esta riada de "fangos" es "imparable" y los daños causados pueden ser "de muy difícil o imposible reparación". Ve "intolerable" que el Concello no tome medidas y exige que "actúe". El concejal del PP Jorge Platas, que ha visitado la zona, declaró que no hay nada que indique que en los próximos meses vaya a mejorar la situación y tampoco cree que se pueda "ponerle fin". El candidato a la Alcaldía, José Bonome, dice que "ni las balsas ni las barreras" pueden "contener semejante desastre". Señala que habrá nuevas riadas hasta que vuelva a haber una cubierta en toda la zona de Xaz deforestada.