El bipartito de Sada da sus primeros pasos tras la sorpresiva salida del PSOE y los dos socios del gobierno, Sadamaioría y BNG, intentar acercar posturas y reconducir la situación tras un tenso pleno que dejó en evidencia sus diferencias. Los nacionalistas celebraron ayer a última hora de la tarde una asamblea y, aunque la votación todavía no ha trascendido, su líder, Isabel Reimúndez, avanzó su intención de proseguir en el gobierno.

"Hoy hemos mantenido una conversación informal con el alcalde y le hemos trasladado que una mayoría importante de nuestra formación cree que tenemos que seguir en el gobierno. Tenemos que cerrar todo lo que está empezado. Creo que debemos aguantar hasta el final de la legislatura y dedicarnos a trabajar y fomentar el diálogo", explicó a consulta de este diario la edil, que matizó que el desenlace dependerá de las conclusiones de la asamblea y de la reunión de la comisión de seguimiento del pacto del próximo lunes.

El alcalde, Benito Portela, se mostró también optimista y afirmó que ve "totalmente factible y viable" agotar el mandato con un gobierno formado por seis de los 17 concejales. El regidor, que preside un gobierno en minoría desde el inicio del mandato, no cree que la salida de las dos concejalas del PSOE haga peligrar el Ejecutivo. "Para nada", replicó a consulta de este diario: "Vamos a seguir trabajando por Sada y lo haremos con los mismos objetivos y principios, llevando a pleno los asuntos importantes para el municipio", recalcó.

Tras una sesión plenaria en la que las dos fuerzas del bipartito intercambiaron duros reproches, ambas formaciones hicieron un esfuerzo por rebajar el tono. "Nuestra posición va a ser conciliadora", recalcó Isabel Reimúndez, que reiteró su voluntad de mediar, aunque insistió en que "la comunicación [con Sadamaioría] no es todo lo fluida que debería". "Criticamos especialmente la falta de liderazgo y de capacidad de cohesión de grupo del alcalde", insistió la edil,

Isabel Reimúndez admitió sentirse dolida por algunas de las acusaciones que sus socios vertieron en el pleno. "Estamos especialmente molestos por la acusación de que quisimos dar un sueldo a Emilio Gómez, eso es mentira. Sí que se habló de dar una pequeña remuneración a los portavoces de los grupos de la oposición para facilitar su labor política, pero no de dar un sueldo solo a Emilio Gómez", sostuvo. La concejala nacionalista evitó de todos modos reabrir la disputa y defendió la conveniencia de tratar "internamente" los desacuerdos.

La portavoz del PSOE, Raquel Bolaño, se reafirmó ayer en los motivos que le llevaron a abandonar el gobierno y lamentó la falta de "la mínima autocrítica" por parte del alcalde. "Nosotras vamos a seguir siendo responsables y apoyaremos todo aquello que sea beneficioso para Sada", recalcó.

Raquel Bolaño, que no aclaró ayer si se plantea repetir como candidata, no descarta futuros acuerdos con Sadamaioría en función de los resultados de mayo de 2019, aunque avisa: "A quienes les corresponda negociar en mayo deberán tener claro que tienen que hablar con todo el mundo desde el primer momento y cumplir los acuerdos".

A día de hoy, las diferencias entre Sadamaioría y PSOE parecen insalvables. Ninguna de las fuerzas dio ayer un paso atrás en sus críticas. Las socialistas se reafirmaron en los motivos que les llevaron a abandonar el gobierno y criticaron la falta de talante negociador del regidor y su negativa a aceptar su obra para hacer accesible la playa por motivos "electoralistas".

"Yo creo que la gente en Sada sabe perfectamente quién tiene un talante dialogante y quién es prepotente y trata de imponerse", se limitó a responder Portela, que desafió al PSOE a decir otra obra que hubiese sido rechazada.

El BNG apeló al diálogo y tendió una mano al PSOE para reconducir la situación. "Hay que aprender a gobernar la diversidad", incidió Isabel Reimúndez.