En el segundo cinturón del área metropolitana, Cerceda ha logrado superar la barrera de los 5.000 habitantes (de los 4.992 de 2017 a los 5.023 de 2018). El cambio tiene impacto: dos concejales más, de 11 a 13, y más fondos de las transferencias del Estado, entre otros. También el municipio de Miño ha dado el salto, ha superado los 6.000. De los 5.905 que tenía pasó el año pasado a 6.056. Es curioso el caso de Oza-Cesuras. Uno de los motivos de la fusión era aumentar la población pero desde la unión en 2014 cada año había bajado su padrón hasta 2018. Le ha llevado cuatro años incrementar el censo. En el caso de Coirós, es el único concello de la comarca de Betanzos que gana población cada año, y en 2018 siguió la tendencia.