El personal de la piscina municipal de Arteixo se concentró ayer para reclamar al Gobierno local que intervenga para evitar los tres despidos anunciados por la concesionaria, BeOne, y para denunciar las "actitudes despóticas" de la dirección del complejo deportivo. El alcalde, Carlos Calvelo, explicó tras la protesta que el Concello no puede "intervenir en las relaciones entre empresa y trabajadores" para evitar los ceses.

Los empleados realizaron ayer una concentración delante de la Casa Consistorial para explicar los motivos por los cuales han convocado una huelga con carácter indefinido las 24 horas del día a partir del próximo 16 de enero. El secretario de Acción Sindical de la CIG en A Coruña, Ernesto López, señaló que la dirección de la empresa empezó "a acosar a los trabajadores" y a "incumplir el convenio laboral".

Los trabajadores piden al Concello que intervenga para evitar los despidos de los tres operarios de la instalación deportiva municipal. López también aseguró que la compañía "está actuando como usurera" para "ahorrar costes" en el complejo deportivo y que la presión sobre los operarios empezó el pasado mes de julio, cuando la empresa cambió a la gerencia de la piscina.

BeOne emitió ayer un comunicado en el que niega las acusaciones realizadas por los trabajadores. "La política de gestión laboral es proporcional y totalmente contraria a cualquier forma de acoso, comportamiento ante el cual nos mostramos completamente en contra y censuramos", afirma la empresa. La concesionaria también asegura que los tres despidos se deben a "una decisión empresarial basada en el rendimiento y cumplimiento de las funciones y expectativas de los afectados".

La piscina cuenta con una plantilla de 33 trabajadores, algunos con antigüedad de 22 años. Ninguno de los tres despedidos por BeOne supera los tres años.

El alcalde, Carlos Calvelo, confirmó que convocará a todos los grupos de la oposición (PSOE, BNG y TeGa) para informarles sobre el conflicto laboral. El regidor explica que "tras escuchar a la empresa y a los trabajadores" concluye que "hay un enrocamiento entre ambas posturas" por el "nuevo director".

El Concello indica que no puede intervenir ante los despidos. "Queremos dejar claro que es una concesión. Nuestras competencias para intervenir entre los trabajadores y la empresa están tasadas", asegura el alcalde, Carlos Calvelo.