"No es que se acerquen a las casas, es que prácticamente entran en las casas", afirma Pedro García, un vecino de la parroquia de Cutián, en Oza-Cesuras, que se desplazó recientemente al Concello para reclamar medidas ante los ataques de lobos que, afirma, se producen cada vez más cerca de las viviendas de esta pequeña localidad rural.

El detonante fueron dos ataques sucesivos durante las fiestas navideñas que acabaron con la vida de un potro recién nacido y de cinco ovejas. "Hay vecinos que ya no se atreven "a recoger las hortalizas cuando se acerca la noche", afirma Pedro, que cree necesario que Xunta y Concello tomen medidas.

"No tenemos nada contra los lobos y entendemos que tienen que comer, pero no es normal que se acerquen tanto a las casas, hay que controlarlo de alguna manera", incide Pedro García, que se muestra sorprendido por la audacia de los lobos al aproximarse tanto a una zona urbanizada. "No estamos en el monte, hay cinco casas en un radio de cincuenta metros y farolas muy cerca de las viviendas, pero entran igual",

Los residentes en la parroquia de Cutián no son los únicos que denuncian un repunte en los ataques de lobos desde hace unos meses. Vecinos de Ameixeira, A Serra y Rodeiro también han alertado de un incremento. La respuesta del Concello no les convence . "Solo nos dicen que recojamos firmas y que se las trasladarán a la Xunta", explica Pedro García, que ve precisa una mayor implicación del Gobierno local. "La gente está asustada, mi mujer hasta tiene miedo de dejar salir a los niños cuando anochece", afirma este vecino.

La alarma social ha llevado al PSOE a preguntar hasta en dos ocasiones por este asunto en pleno Su portavoz, Pilar Pedreira, solicitó al Gobierno local que instase a la Xunta a adoptar las medidas precisas y en la última sesión plenaria volvió a interesarse por el asunto. "Solo nos dijeron que enviaban las quejas que recibían a la Consellería de Medio Ambiente", relata la edil, considera preciso una mayor implicación por parte del Concello.

Las denuncias por ataques de lobos se han incrementado también en otros municipios de la comarca betanceiro. Ganaderos de Irixoa, Paderne, Curtis, Aranga o Coirós han reclamado también medidas ante los daños causados por estos depredadores.

Los alcaldes de algunos de estos municipios se reunieron el pasado diciembre con la consellería de Medio Ambiente, Ánxeles Vázquez, para analizar las medidas a adoptar ante el aumento de los ataques de lobos y también para compensar los daños provocados por otras especies, como el jabalí.

La Xunta ha convocado ya las ayudas para indemnizar a los afectados por los daños, pero los vecinos de Oza-Cesuras reclamaban esta semana que se acompañen de medidas para evitar que los lobos se aproximen tanto a las viviendas.