El Ayuntamiento de Bergondo ha sacado a contratación por 65.359 euros una obra de mejora de la seguridad vial que incluye la ejecución de 28 reductores de velocidad en 16 caminos municipales. Estos reductores que se formarán in situ se denominan lomos de asno y son unas bandas transversales de aglomerado asfáltico en caliente con una sobreelevación máxima de seis centímetros y un ancho de unos cuatro metros.

Junto a estos reductores se instalarán también señalización horizontal y también vertical (480 señales verticales en total), con la colocación de dos postes por cada lomo, uno por cada sentido de la marcha.

Estos lomos de asno se realizarán en el camino junto a la iglesia de Cortiñán, cerca del peaje de Peteiro, en A Lagoa-Silvoso (tres unidades), a la altura del número 88 de Moruxo, en el camino de Cangas a la rotonda (dos unidades), en el camino y pistas en Guísamo junto al parking (dos), en el camino Areosa y la travesía de San Cidre (dos).

El resto se ubicará en el camino de Outeiro en Ouces, el camino de Cangas a la altura del número 3, un camino de Bos, otro en el límite con Cambre, en A Lavandeira (dos); así como en los de Vixoi a Pisón (dos), Os Curros (dos), O Vilar (dos) y urbanización Os Girasoles (se pondrán tres lomos tras eliminar tres badenes no normativos).

El Concello bergondés también acaba de sacar a licitación la mejora de once parques infantiles por un importe de unos 138.000 euros.

Estos trabajos se realizan tras una inspección e informe de una empresa de certificación de áreas infantiles que constató que cuatro zonas debían adaptar su superficie a la normativa actual de seguridad además de una decena de deficiencias: deterioro de los elementos de juego de madera, peligro de atrapamiento de los dedos en las cadenas de los columpios, falta de barreras de protección en los toboganes y una errónea colocación de arquetas y papeleras, entre otros.

Los trabajos de reparación y adecuación a la normativa se llevarán a cabo en los parques infantiles de: Lubre, Bergondiño, Tatín, Fiobre, O Pedrido, Mariñán, Baldomir, Casa do Cura en Guísamo, centro de salud de Guísamo, Cortiñán, Vixoi y Santa Marta.

El área de juegos de la Casa do Cura es el que presenta un peor estado y con más deficiencias, casi una decena. Además de tener que adaptarse a la actual normativa de seguridad para estos parques, en la zona de caída de los juegos como los toboganes, tiene en un caso una papelera y en otro un arqueta que además tiene aristas peligrosas. De esta forma, si un niño baja por el tobogán, tiene riesgo, por el impulso de tropezar con alguno de estos elementos.

El tobogán además tiene una zona con peligro de que a un niño se le pueda quedar la cabeza atrapada, carece de barrera de protección y la superficie de amortiguación es insuficiente, al igual que la del columpio. En un juego una barrera está tan mal instalada que genera riesgos, como una cuerda que hace bucle y puede causar estrangulamiento.

Suciedad

Los parques de Mariñán y Baldomir son los que están en mejores condiciones, solo tienen que adecuarse a la normativa. En el caso del área infantil de Santa Marta los responsables de la inspección aconsejar limpiar los elementos de juego porque están sucísimos.