Originalidad, creatividad, deporte y mucha diversión. El Unión Campestre de Montrove dejó alucinados a sus jugadores y familiares cuando el pasado sábado organizó para los alevines unos partidos totalmente a oscuras. Hasta cogerle el tranquillo hubo alguna que otra patada que dolió pero los alevines se lo pasaron en grande.

"Se veían entre ellos por unas pulseras que brillan en la oscuridad, unas azules y otras amarillas. Y el balón es uno que lleva luces LED dentro y que al pegarle una patada se aguanta encendido un minuto, tienes que procurar que no pase más tiempo sin tocarlo sino se apaga y no se ve", explicó ayer Lucía Martínez Grela, vicepresidenta de la entidad deportiva, una de las entrenadoras y la persona que tuvo la idea de este singular partido.

Los chavales, de entre nueve y once años, se fueron turnando, en tres equipos, para jugar y acertar con el balón entre los palos de la portería, iluminada con luces de Navidad. "Los chicos lo pasaron genial y las chicas ya me pidieron también hacer lo mismo con ellas, quieren probar. Pensamos muchas ideas para que los chavales se diviertan", agregó Lucía.

El ingenio brilla así en un equipo que es más que centenario, acaba de cumplir 110 años, es el segundo más antiguo de Galicia, solo por detrás del Dépor.