El Concello de Arteixo ha decidido demoler por completo y reconstruir el muro de contención defectuoso que hay en la calle Maizales, en Vilarrodís. Esta estructura, que fue ejecutada por una promotora que ya no existe, cedió hace varios años y aparecieron numerosas grietas tanto en la acera como en la calzada. Desde entonces parte de la calle está cerrada, a escasos metros de varias viviendas de la zona.

El alcalde, Carlos Calvelo, ha confirmado que "el Concello tiene que hacer la obra" y que la opción por la que se ha decantado es la demolición del muro y su reconstrucción. El regidor explica que el Gobierno local encargó un informe técnico en el que aparecen recogidas cuatro alternativas: la reconstrucción del muro, la instalación de una escollera, reforzar el suelo y la colocación de unos pilotes. La escogida por el Concello es la primera, que para Calvelo es la que aporta más garantías.

El proyecto de presupuesto de 2019, que el Gobierno local presentó esta misma semana, recoge una partida de 150.000 euros para esta actuación.

En 2016 el Ejecutivo municipal aseguró que intervendría en el muro de contención para "garantizar la seguridad de los vecinos" que viven en la zona, pero finalmente no lo hizo. El problema, según explicó el Concello más tarde, era que el tramo final de la calle Maizales no aparecía recogido en el planeamiento municipal, con lo que no se podría actuar allí al tratarse de una propiedad privada. El alcalde señala ahora que toda la vía sí está dentro del inventario de bienes municipal, ya que fue cedida por un "convenio", y que el Ayuntamiento debe corregir las deficiencias de la estructura. "Entendiendo que es un bien del Concello, actuaremos", asegura el regidor.

El Gobierno local instaló en el año 2011 unas vallas para impedir el acceso a lo largo de 100 metros de la calle. Desde entonces la vía ha estado así. En la carretera hay una larga grieta que ha levantado la acera y la valla que hay encima del muro de contención. También hay varias brechas en la calzada, de un tamaño considerable, por las que han crecido varios plumachos y otras plantas. La zona vetada a los vecinos ocupa una acera y un carril de circulación. La otra parte de la calzada está abierta al tráfico.

Uno de los problemas que detectó el Ayuntamiento es que en el lugar hay corrientes de agua que erosionan el terreno sobre el que se asienta el muro de contención que sostiene la calle Maizales. Esto agravó las deficiencias en la estructura y dio origen a la situación actual, con un muro en un estado totalmente defectuoso. La Asociación de Vecinos Manuel Murguía ha demandado en varias ocasiones la reparación de la carretera. Esta es una viaje reclamación que tienen desde hace más de un decenio.

Este vial lo construyó la empresa Proanje, que también edificó 55 viviendas. El Ejecutivo municipal consideró que la aparición de grietas se debió a una deficiente ejecución de las obras y por eso se quedó con el aval de 13.400 euros que depositó en su día la empresa.