El Concello de Bergondo ha dado luz verde inicial a la modificación puntual de las normas subsidiarias de 1992 con la que pretende adoptar el planeamiento a la normativa vigente, eliminar incorrecciones y ampliar los usos, "algo que las normas subsidiarias no permiten , obligando a ceñirse exclusivamente al uso para el que se había pedido licencia".

El cambio se aprobó por unanimidad, aunque entre críticas de la oposición por el retraso del plan general, cuya redacción fue adjudicada en noviembre de 2013 a la Unión Temporal de Empresas formada por Jornet-Llop-Pastor, María Ríos Carballeira y Gabriel Jubete i Andreu.

La alcaldesa, la socialista Alejandra Pérez, admitió la demora y estimó que al plan general "como poco le faltan tres años". "Por desgracia es lento. Es muy lento. Entiendo su desesperación, también es la mía", afirmó a consulta de la concejala no adscrita, Tita Sanjurjo. La regidora defendió que no es un problema del Concello de Bergondo, apeló a otros ayuntamientos de la comarca que llevan décadas con la redacción del planeamiento.

Alejandra Pérez sostuvo que fue precisamente ese el motivo que llevó al Gobierno local al impulsar este cambio en las normas subsidiarias. "Los técnicos nos dijeron que no podían seguir así porque es una incertidumbre continua", defendió la alcaldesa, que recalcó que los cambios no afectan a la calificación del suelo y que no van más allá de lo permitido en el plan básico autonómico. " Se abre la posibilidad de usos, lo que supone una buena oportunidad para empresas que cerraron por diversas circunstancias y que ahora solo podría recuperar esa actividad cuando los tiempos ya fueron cambiando", incidió.

Su socio Juan Fariña apuntó en la misma dirección. . "Esta semana ya se han puesto en contacto con el Concello varios inversores interesados en dar una segunda oportunidad al abandono y la ruina. Todos conocemos cuales son esos lugares, esas naves...", destacó.

El portavoz de Veciños de Bergondo, candidato por el PP a las elecciones, Manuel Fafián, respaldó el cambio, pero lamentó que se apruebe inicialmente a solo tres meses de los comicios. "Votaremos a favor, pero es muy electoralista", criticó el edil, que criticó también que este plan permitirá "legalizar cosas que están mal, carpinterías extrañas y cosas así...". Fafián le echó en cara al Ejecutivo municipal el retraso en el plan general y lamentó que se perdiese más de un año por no tener la cartografía.

El pleno dio luz verde de forma definitiva al presupuesto de 2019, de 7,17 millones. La sesión aprobó también una corrección en los proyectos incluidos del Plan Único.