El alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, mantendrá esta semana una reunión de trabajo con el Ministerio de Fomento acerca del anteproyecto de la conexión de la tercera ronda (AC-14) con la autopista AP-9, el vial 18. El Concello, que ha iniciado un estudio técnico al detalle para analizar el impacto de la infraestructura, quiere tratar con la Administración estatal que lo promueve diversos aspectos sobre el futuro del vial.

A falta de concluirse el estudio técnico, el Gobierno local ya ha adelantado que se centrará en exigir viales de servicio para los vecinos del entorno. Ha asegurado que presentará alegaciones al proyecto, que el Gobierno central revisó y matizó tras observarse deficiencias en la tramitación anterior, como habían denunciado vecinos afectados por la infraestructura. Fruto del análisis técnico, el Concello dispondrá de las conclusiones servirán de base para la redacción de las alegaciones que formule.

Rioboo incide en su defensa de que el vial 18 "dé servicio" a los vecinos del municipio. Considera que "albergar una infraestructura de estas características debe traer consigo también ventajas para la movilidad local". Asimismo, el primer edil cullerdense sostiene que en el proyecto "se debe optar por una opción que minimice el impacto en el territorio".

Vecinos afectados por el trazado elegido por Fomento, que prevé la expropiación de seis viviendas -una más que en el proyecto anterior, ahora descartado- calculan que las medidas de insonorización previstas en el proyecto publicado por Fomento no bastarán para paliar el ruido que generará el vial a su paso por Culleredo. Residentes en la zona temen también que el falso túnel previsto junto al colegio Andaina, que había demandado el Ayuntamiento, no resultará suficiente para proteger al centro del impacto acústico. Auguran que habrá que ejecutar importantes medidas de insonorización y que incluso habrá que expropiar más construcciones que las seis viviendas previstas en el proyecto publicado.