El Concello de Arteixo quiere dar a conocer las parroquias rurales del sur del municipio y para ello tiene previsto ejecutar un proyecto para señalizar los senderos que comunican la playa de Barrañán con Larín. Entre estos dos puntos hay unos diez kilómetros de distancia en total. Se trata de un entorno en el que existen 32 molinos sin uso y en el que apenas hay viviendas. Los senderos discurren por las proximidades del río Sisalde. El objetivo de esta actuación promovida por el Gobierno local es dar a conocer la existencia de los molinos y fomentar el uso de caminos tradicionales.

En la zona en la que el Concello prevé ejecutar la señalización hay terrenos agrícolas, molinos, brañas, carrizales, marismas, dunas y bosques de ribera. Se trata de un lugar poco antropizado.

La Concejalía de Promoción e Desenvolvemento contrató a la empresa Cerex Ingeniería y Arquitectura para redactar esta propuesta. El coste de la actuación asciende a 41.325 euros. La Junta de Gobierno Local ha aprobado solicitar una subvención a la Xunta para que financie el 70% de este proyecto.

El documento indica que "después de varios años de uso" se ha detectado que la señalización de las rutas está "en mal estado" y que es necesario sustituirla. También indica que con el paso del tiempo se han creado nuevos caminos y que deben ser señalizados. El proyecto incluye la instalación de paneles informativos, monolitos, flechas direccionales y balizas. El Concello colocará 479 de estos elementos, según recoge el proyecto.

El documento municipal destaca que al ejecutar esta actuación se revalorizará "el medio rural de Arteixo, recuperando y dando valor a recursos etnográficos y naturales". También señala que con esta propuesta se logrará "fomentar la recuperación de los caminos tradicionales que transita por el rural" e "incentivar su empleo", bien "con usos recreativos o bien para facilitar el acceso a finca a las fincas".

Los 479 elementos se instalarán en senderos que están ubicados en las parroquias de Barrañán, Chamín, Armentón, Monteagudo y Larín.

El proyecto recoge que en el entorno existen elementos singulares como el propio río Sisalde, las dunas de Barrañán, los molinos y las iglesias de Monteagudo y de Chamín.