La Xunta ha denegado la construcción de una planta de gestión de residuos de construcción y demolición en la parroquia de Paleo, en Carral. La Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, rechaza la ubicación propuesta por la empresa promotora, Transportes Vasa Norte, ya que se encuentra fuera de polígono industrial y el proyecto no prevé las suficientes medidas para paliar el impacto ambiental que tendría la actividad.

El informe de impacto ambiental determina que se deberá buscar otro emplazamiento para la planta. La empresa propuso una parcela de su titularidad en Paleo, próxima a la explotación minera que explota en O Castelo una empresa del mismo grupo que la promotora de la planta y que no afecta a ningún espacio protegido.

La Xunta determina, sin embargo, que "no es posible ejecutar el proyecto de la planta de gestión de residuos de construcción y demolición en la parroquia de Paleo, concello de Carral, en la localización propuesta por producir efectos significativos sobre el medio ambiente". El informe detalla que el proyecto "no cumple los criterios del Plan de Residuos Industriais de Galicia (Priga) para la localización de la planta de gestión de residuos al localizarse fuera de cualquier polígono industrial". Además, estima que las medidas paliativas no son efectivas o suficientes.

La Dirección Xeral precisa que, "aunque en el entorno más inmediato no exista ningún elemento del patrimonio natural destacable, si que existe un asentamiento poblacional colindante, susceptible de sufrir los impactos generados por la planta, y una explotación minera cuyos efectos sinérgicos con la planta propuesta deben ser considerados". Destaca en su informe que la documentación remitida para solicitar la planta no aborda el factor de la movilidad cuando "la población residente se verá afectada principalmente por las emisiones de partículas y gases y por el aumento del ruido, efectos asociados también al incremento del tráfico pesado que circulará por la calle Gacela", señala.

En cuanto a la contaminación acústica, sostiene que el funcionamiento de la planta elevará los niveles sonoros y la población colindante estará expuesta al ruido de maquinaria o al aumento de tráfico pesado. Determina que las pantallas vegetales que se prevé en el proyecto "no se consideran barreras efectivas contra la propagación del sonido".

La Xunta ve también insuficiente el riego de agua y las pantallas vegetales planteadas como barreras para minimizar el polvo que podría afectar a las viviendas próximas. Sobre la gestión de aguas, apunta que no se concretan lo suficiente las soluciones propuestas.

El informe advierte también de que "no se evalúa el efecto sinérgico" de la actividad de la planta con la de la explotación minera próxima. Tampoco se incluye un análisis de los impactos durante la fase de las obras ni el plan de restauración tras el cese de la actividad, apunta. El seguimiento ambiental de la actividad, dicta, "debería ser completado para comprobar el cumplimiento de las medidas propuestas", añade.

El informe concluye que "se considera necesario proponer otra localización más idónea para acoger la actividad, de tal forma que se garantice la no existencia de efectos ambientales significativos". Resuelve que no resulta posible ejecutar el proyecto de la planta de gestión de residuos en la parcela propuesta. Informa de que, si el promotor no da por terminado el procedimiento de evaluación de impacto ambiental, deberá someterse el proyecto a una evaluación de impacto ambiental ordinaria.