¿Dónde acaba Arteixo y dónde empieza A Coruña? Esta es la pregunta que se realizan los vecinos de Meicende desde hace años. Una importante cantidad de viviendas y negocios de este núcleo urbano se encuentran en una especie de tierra de nadie en la que nadie sabe a qué concello pertenece. Esta situación llevó hace diez años a la asociación vecinal San Xosé Obreiro de Meicende, de la que formaba parte el actual alcalde, Carlos Calvelo, a salir a la calle a marcar con un espray en el suelo y en el mobiliario urbano los límites existentes entre los dos municipios.

La asociación vecinal pretendía informar a los vecinos de la ubicación la frontera entre los dos municipios. "Fijamos los límites porque sabíamos que el Concello no lo iba a hacer", indicaba entonces Calvelo, que incidía en la necesidad de que ambos ayuntamientos planificasen de forma conjunta la zona. La entidad pintó los límites que fijan los planos militares de los años 20, en los que la frontera está a la altura de la calle Ferrol. El ahora alcalde, que llegó al poder en 2011, echó mano de un espray y, en compañía de integrantes del colectivo San Xosé Obreiro, marcó una frontera en el asfalto para exigir agilidad ante "un problema grave".

Diez años después, la situación sigue exactamente igual. Calvelo, que está a punto de completar su segundo mandato como alcalde, no ha logrado acordar con A Coruña el reclamado deslinde para Meicende. El Gobierno coruñés explicó en 2018 que abogaba por modificar los lindes con Arteixo para que el núcleo de Nostián y el de A Zapateira pertenezcan por completo a A Coruña. A cambio, estaría dispuesto a que Meicende dependiese del municipio vecino.

El Ejecutivo arteixán anunció posteriormente que su propuesta pasaba por fijar el límite entre los dos municipios en la avenida de Nostián y ceder terreno en As Rañas y que en el núcleo de A Zapateira no se tocase nada respecto a la actualidad. Cuatro años antes, en el año 2014, el Concello de Arteixo aseguraba que las negociaciones con A Coruña estaban "avanzadas" y que el deslinde, "técnicamente definido", pero supeditó su aprobación a los avances en la redacción del plan general, del que cinco años después tampoco se sabe nada.

Unos 600 vecinos de Meicende y O Petón residen en un área que desconocen a quién pertenece, según denunció la asociación vecinal. El Ayuntamiento de A Coruña y el de Arteixo marcan el límite territorial en diferentes puntos y los planos militares aseguran que el deslinde está en otra zona.

Este disparate administrativo provoca situaciones llamativas en Meicende. Hay casas que en teoría están en A Coruña pero que los tributos los abonan en Arteixo. Otro caso más reciente afectó a dos empresas de O Petón: a un concesionario de coches y a un hospital veterinario. Las dos firmas reciben los suministros del Arteixo y en el Catastro figuran también en este municipio. Un día, el pasado año, el Gobierno coruñés cambió el nombre a la calle y llegó a instalar contenedores de basura, lo que hacía presagiar una llegada de un nuevo recibo a las dos empresas, que ya abonaban sus tributos en Arteixo.

Las conversaciones para definir la frontera entre los dos municipios arrancaron en 1997 con los alcaldes Francisco Vázquez (PSOE) y Manuel Pose (PP) al frente de los consistorios, continuaron con los socialistas Javier Losada y Pilar Souto y prosiguieron entre los gobiernos de Carlos Calvelo (PP) y Carlos Negreira (PP) y de Xulio Ferreiro (Marea Atlántica). El acuerdo sigue sin llegar.