Una niña de cuatro años de Oleiros posiblemente ha salvado su vida y la de sus padres al despertarse la pasada madrugada por encontrarse mal. Empezó a llorar poco después de medianoche, se levantó y al acudir sus padres vieron que se mareaba y después empezó a vomitar. Llamaron al 061 porque creían que estaba enferma pero al llegar la ambulancia los técnicos sanitarios, que llevan siempre unos pequeños detectores en el vehículo, se encontraron con la razón de que la niña hubiese enfermado: en la vivienda en la rúa Fornos, cerca de Mera, había una alta concentración de monóxido de carbono.

El 061 avisó entonces al Grupo Municipal de Emergencias de Oleiros que acudió al lugar y tras hacer una medición con su explosímetro el resultado fue de 92 partes por millón de monóxido, muy por encima de los estándares, que está en unas 18 partes, según explicó uno de los efectivos.

La ambulancia trasladó a los padres y a la niña al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña para ser atendidos por inhalación mientras los efectivos de Emergencias fueron midiendo habitación por habitación además de ventilar. Los agentes creen que el escape fue por una fuga de la caldera, aunque estaba apagada y recomendaron a la familia una revisión de la caldera. Los efectivos estuvieron con las labores de ventilación y detección hasta las tres de la madrugada.