A las doce menos cuarto de la mañana Marcos Méndez arranca de Entrejardines en A Coruña y ninguno de los pasajeros sabe, a pesar de la llamativa y explícita rotulación, que ese bus al que se han subido les llevará a Sada propulsado con lo que nosotros mismos generamos cada día cuando vamos al váter. De hecho, las aguas fecales se han transformado en gas y va comprimido en cuatro depósitos de noventa litros cada uno situados bajo los asientos. Solo una pasajera vecina de Sada, Begoña Santos, apunta en buena dirección: "Es algo ecológico, ¿no?". Es ecológico, más barato, con suministro asegurado de materia prima y es también pionero: esta semana ha empezado a circular por la comarca de A Coruña el primer transporte público de España que funciona con gas natural renovable fabricado en una depuradora, y además coruñés (no comprado a Argelia), tras convertir un residuo en energía. Esta tecnología del futuro ha salido de la EDAR Bens, la empresa pública donde se depuran las aguas residuales de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros, con ayuda de Naturgy y el Centro Tecnológico EnergyLab.

Estas entidades presentaron este proyecto el pasado mes de octubre, pero hasta ahora no fue posible hacerlo realidad debido a las complicaciones para superar la ITV, los técnicos de Espíritu Santo no habían visto nada igual cuando entró el bus de Cal Pita en sus instalaciones.

"Un autobús con pasajeros requiere la máxima seguridad. Estos vehículos son a gasoil, no están preparados para gas, y hay que modificarlos. Y esto requiere legalizar y homologar cada pieza, que te homologue un laboratorio que emita un informe, luego el Ministerio de Industria emite otro informe, envías todo a la ITV. Tuvimos que hacer una pequeña modificación en el depósito y ya hubo que hacer una nueva homologación. Comprobar que la modificación, al instalar los depósitos, no cambia la estabilidad del vehículo... Es mucho papeleo", explicó ayer David Meana, responsable de Movilidad Sostenible de EnergyLab y uno de los pilares de este proyecto pionero.

Tras unos días conduciendo este bus de biogás, los conductores no han notado ninguna diferencia. El mismo rendimiento, la misma potencia. "Aún estamos controlando los datos, pero ya hemos visto que han bajado los consumos", destacó Arturo Míguez, gerente de Cal Pita, empresa que se lanzó al aceptar formar parte de esta iniciativa. Este vehículo que cubre la ruta A Coruña, Perillo, San Pedro, O Carballo, Osedo y Sada, transporta 1.200 vehículos al día y recorre unos 80.000 kilómetros al año, lo que implica reducir muchas toneladas de contaminación al año.

"No se emiten partículas a la atmósfera, menos carbonos, menos óxidos, azufre, menos CO2", apuntó Meana. El bus sube tres veces a la semana a Bens a repostar a la gasinera (ya han visto que llega con dos). Lleva unos cincuenta kilos y le lleva diez minutos. El gas, que se vende por kilos, está a un precio mucho más bajo que el gasóleo.

Este transporte por ahora es de energía dual, parte gasóleo y parte biogás (están casi en mitad y mitad), y se trabaja para lograr incrementar este porcentaje. "Aunque es una tecnología de transición, el futuro es que sean ya buses de fábrica para gas, sin tener que transformar los de gasóleo. Otra ventaja de esta energía es que no tienes que pagar multa por pasarte con las emisiones, porque no las hay.

"Esto demuestra que la economía circular es económicamente rentable, crea puestos de trabajo y reduce la contaminación", apuntó el director de la EDAR Bens, Carlos Lamora. Con esta iniciativa la comarca coruñesa se pone a la cabeza de España. En Madrid la empresa municipal de transporte tiene la mayor flota de buses de gas y ha probado también los eléctricos, pero tienen fallos: la carga, el consumo en subidas y en la climatización.

"Este proyecto salió porque nos sobraban 100 metros cúbicos en la EDAR Bens. Generamos 450 metros cúbicos de gas a la hora, una parte lo utilizamos para las instalaciones y otra parte para los biodigestores", señaló Lamora. Si utilizasen el 100% de la producción de biogás se podría suministrar a toda la flota de buses urbanos. El objetivo ahora es, antes de final de año, lograr inyectar este biogás en la red de suministro para que llegue a las viviendas.

José Blanco y Begoña Santos"¿Que el gas que produce Bens con las fecales es de gran calidad? Bueno, yo tomo todo cocido"

Begoña Santos, vecina de Sada que realiza hasta cuatro viajes al día en el bus metropolitano a A Coruña por trabajo, sabía que este bus era "ecológico". Al contarle que el biogás que se produce en Bens es de gran pureza, sentenció: "Yo como todo cocido, tengo la mejor dieta para que tenga calidad". José Santos, de Bergondo, coge el bus en Sada. "Yo no he notado nada diferente, ni más ruido. Y si se ahorra pues mejor". Frente a ellos otra pasajera, Paloma Ludeña, se sorprendió. "¿Con fecales? ¡Mi madre! Si no contamina, mejor".

Elvira Broz y Juan José Fariñas"Hay que aprovechar todo. Pero si la empresa ahorra, que nos bajen el billete, ¿no?"

"Yo me fijé en el bus, porque llama la atención con los dibujos y es nuevo, pero no sabía que funcionaba con eso hasta que te oí, pero me parece estupendo", señaló ayer Elvira Broz, vecina de O Temple que ayer viajaba desde A Coruña junto a Juan José Fariñas. "Hay que aprovechar todo, si va bien con gas estupendo, pero mejor si nos bajan el billete, porque si la empresa ahorra, podrían hacerlo, ¿no?", apuntó Fariñas. Ninguno de ellos notó ninguna diferencia al viajar ayer en el bus que usa biogás, producido con aguas residuales.