-No se vota.

-Usted tome nota de lo que decimos, lo demás no le importa nada.

-Que no se vota, Pepe.

-¿No se vota por qué, porque lo dices tú?

-Sí.

-¡Ah, muy bien!, tú eres el jefe único y supremo. Nosotros [por el grupo municipal del PSOE] lo vamos a someter a pleno y como esto va a quedar grabado, pues ya está. ¿Votos a favor de estimar la propuesta de los grupos estos [por BNG y PP]? ¿Votos en contra? Queda desestimado el proceso.

Ese fue el insólito diálogo entre el secretario municipal de Cerceda y el alcalde, José García Liñares, que puso término al pleno extraordinario convocado por Secretaría a petición de la oposición para tomar conocimiento de la sentencia en primera instancia que condena al regidor a año y medio de cárcel y 16 de inhabilitación y pedir la credencial del siguiente en la lista del PSOE por incompatibilidad sobrevenida.

Tan solo el alcalde y los cinco ediles del PSOE (la primera teniente de alcalde se ausentó por enfermedad), permanecían en el pleno cuando, en contra del criterio de Secretaría, votaron en contra de tomar conocimiento de la sentencia y pedir la credencial del sustituto de LiñaresLiñares. El secretario, encargado de levantar acta, ya había dado por finalizada la sesión y los concejales de la oposición, BNG y PP, abandonado el salón de plenos.

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Tenso pleno en el Concello de Cerceda

Solo el público que abarrotaba la sala permanecía en sus asientos con expresión atónita cuando tres minutos y 19 segundos después de arrancar la sesión para forzar la salida de Liñares, el alcalde y sus concejales abandonaban en pleno y enfilaban hacia el despacho de Alcaldía con expresión decidida, sin dejarse amedrentar por los imprecaciones de algunos vecinos ni por las críticas de sus políticos rivales: "Hay un okupa en la Alcaldía", denunciaba ya en los pasillos el líder del PP.

La Justicia podría tener la última palabra en la rocambolesca situación que se vive en el Ayuntamiento de Cerceda desde que el juzgado impuso al alcalde una condena por fraude y prevaricación en las obras de las lagunas del Jardín Botánico. El regidor ha presentado un contencioso contra la convocatoria del pleno, reclamó sin éxito su suspensión cautelar y defendió ayer que el proceso es nulo al entender que incumple el Reglamento de Organización de las Entidades Locales. Arropado por cinco ediles del PSOE, Liñares recibió a los medios en su despacho y alegó que el reglamento estipula que los asuntos deben someterse a votación y que el expediente que se elevó a pleno adolecía de fallos, como la falta de una sentencia original. "No valen copias", incidió Liñares, que cargó con dureza contra el secretario, al que acusó de actuar como líder de la oposición y de arrogarse funciones que le correspondían a la Alcaldía, como la de dar por finalizado el pleno.

El funcionario encargado de velar por la legalidad en el Concello reiteró hasta tres veces en el pleno que el asunto no debía someterse a debate y que se trataba únicamente de una toma de conocimiento dado que la ley de régimen electoral establece que una condena por un delito contra la administración, como es el caso, es incompatible con el cargo sea o no firme.

"No resulta necesario que el condenado renuncie, sino que bastaría con que el pleno de la Corporación tomara conocimiento de ello y solicitara a la Junta Electoral Central la expedición de la credencial del candidato siguiente de la lista", concluía en su informe. Salvo sorpresa, el siguiente paso que dará Secretaría será convocar el pleno para elegir nuevo alcalde tras recibir la credencial del siguiente en la lista del PSOE, al considerar improcedente el voto en contra del Ejecutivo socialista.

El mandato encara su recta final inmerso en una situación "esperpéntica" para la oposición, que acusa a Liñares de okupar irregularmente la Alcaldía. BNG y PP, que recibieron el pasado martes 26 de febrero una notificación del alcalde para notificarles la demanda contra la convocatoria del pleno, no reconocen ya a Liñares como alcalde y dan por hecho que es su número dos, Cristina Capelán, la que ocupa el puesto en funciones. El regidor considera válida la votación de ayer y se mantiene en el cargo con el apoyo los ediles del grupo municipal del PSOE. El PSOE provincial no se pronuncia.