Las mejoras viarias se atascan en Bergondo. El Ministerio de Fomento agota el mandato sin fijar plazos para la reforma de uno de los principales puntos negros del municipio, el cruce de Guísamo, ni para remodelar la Nacional-VI a su paso de Cortiñán. Se trata de dos proyectos largamente demandados que se han quedado finalmente sin partidas en el presupuesto y que acumulan varios plazos incumplidos.

La reforma del cruce de Guísamo hacia Ferrol fue declarada urgente por el Congreso hace ya un decenio. La obra está presupuestada en 1,7 millones, pero las cuentas de 2019 solo han reservado 100.000 euros, una cuantía que no alcanza "ni siquiera para comenzar con las expropiaciones", lamentan desde el Gobierno local de Bergondo.

La reducción de los fondos para esta obra cayó como un jarro de agua fría en el Consistorio, que ha reclamado insistentemente esta actuación por la peligrosidad del tramo y que había remitido en 2017 una carta al anterior delegado del Gobierno para trasladarle "indignación y hartazgo" por el incumplimiento de los tiempos fijados para esta obra.

La subdelegada del Gobierno en A Coruña, Pilar López-Rioboo, se reunió en noviembre del pasado año con la alcaldesa de Bergondo, Alejandra Pérez Máquez, para analizar los proyectos de mejora viaria pendientes. La responsable estatal afirmó que para el Gobierno resultaba "prioritario" el proyecto de reforma de la glorieta de Guísamo y explicó que Carreteras ultimaba el informe de las alegaciones recibidas al proyecto de trazado y que, una vez finalizado, se procedería a la redacción del proyecto constructivo y la licitación de las obras. El mandato encara su recta final y no han trascendido avances.

Tampoco han informado de novedades en el proyecto de mejora de la travesía de Cortiñán, en fase de redacción. La obra fue anunciada en enero de 2017 por responsables de la Demarcación de Carreteras, que avanzó al Ejecutivo su intención de suprimir los actuales carriles de servicio de Cortiñán y construir dos rotondas, al principio y final del tramo.

Los trabajos están valorados en 1,2 millones de euros y siguen sin plazo. Otra mejora demandada que deberá esperar al próximo mandato es la instalación de una pasarela peatonal en la N-VI, en el entorno del Centro de Formación y Experimentación Agroforestal de Guísamo.