"No desquitamos en rifas ni un lacón de quince euros, a los partidos irán veinte personas". Así se encuentra el Xuventude Dorneda de fútbol, según han destacado sus directivos, desde que se quedaron sin campo el año pasado y juegan en el recinto del Iñás, haciendo malabares y sufriendo constantes cambios de horario para entrar en los huecos que les dejan los otros dos equipos que juegan allí, el Mercurio y el San Pedro. La causa: en agosto de 2018 fue demolido su viejo campo para iniciar las obras de urbanización de la macrourbanización del campo de golf de Xaz.

El impacto económico y la pérdida de aficionados puede poner en peligro este club refundado, con nuevo nombre, hace cuatro años, además de impedirles contar con categorías inferiores, según confirmó su presidente, Jesús Villasenín.

Entregar al Concello de Oleiros el castro y el bosque de Xaz además de terrenos para el parque litoral de Bastiagueiro y una superficie "no inferior a 15.000 metros cuadrados" para construir un nuevo campo de fútbol para el Dorneda, con aparcamiento incluido. Este fue el compromiso del promotor con el Ayuntamiento, según los convenios firmados en su día. En 2011 el Gobierno local aseguró que con inicio de las obras de la urbanización el promotor entregaría al Concello el terreno para ejecutar el campo de fútbol. Las obras llevan más de un año iniciadas (incluso se tramita ya licencia del primer edificio de viviendas) y ni los vecinos ni la directiva del club saben nada del prometido campo.

"Hace unos cuatro años hubo una reunión con la teniente de alcalde en la Casa do Pobo, se nos preguntó nuestra opinión, por las dimensiones del campo... Hasta hoy. Nos dijeron que primero se harían los viales y luego ya vendría el campo. Pedimos por registro una copia del convenio del Concello y los promotores, hace un año, y aún no nos la dieron. Nos han dicho que el campo de fútbol costaría tres millones y que no los hay", destacó el directivo del club.

En abril de 2011 el alcalde, Ángel García Seoane, destacó que el Concello ingresaría un canon de 1,8 millones de euros, una especie de impuesto a la promotora, incluido en un convenio. En el primer convenio (hubo dos) se fijaba que este dinero del canon se invertiría en hacer una prospección y mejorar el entorno del castro (aun no se ha hecho) pero el segundo acuerdo ya determinó que sería la Corporación municipal la que decidiría el destino del canon. En esta fecha, abril de 2011, García Seoane aseguró que el canon se destinaría a construir el campo de fútbol del Dorneda.

El propio plan parcial del sector sitúa el campo de fútbol con dimensiones reglamentarias en los planos, incluso con el diseño del recinto deportivo, e "incorporando aparcamiento complementario para los usuarios". Los promotores en este plan mostraron incluso el croquis de una ordenación "no vinculante para la parcela" del campo de fútbol, situada justo frente a la entrada del pazo de Xaz y lindante con el vial de acceso a la vía ártabra, que está ahora en construcción.

En este croquis se ubican "alrededor de 170 plazas de aparcamiento mediante plataformas conectadas a través de un vial interior además de una zona de estacionamiento para autobuses, un campo de fútbol de dimensiones reglamentarias y un cuerpo adosado a uno de los laterales del campo que albergaría la zona de vestuarios y sobre ellos unas gradas". La parcela tendría incluso más de 15.000 metros cuadrados, concretamente 17.685 metros cuadrados. Daría incluso para una pequeña zona verde en la zona sur de la finca.

El sector del campo de golf de Xaz cambió de calificación tres veces entre 2007 y 2009, y supuso una recalificación de gran parte del suelo de rústico a urbanizable, lo que posibilitó el área residencial, donde promotoras de Manuel Jove prevén levantar casi 700 viviendas.

El candidato a la Alcaldía por el Partido Popular, José Bonome, afirmó que el campo de fútbol del Dorneda "ni está ni se le espera". Recordó que incluso llegó a haber una partida presupuestaria de 350.000 euros para iniciar las obras del campo que "por supuesto no se ejecutó". Bonome critica que el equipo tenga que desplazarse a más de siete kilómetros de su área de influencia para poder jugar, un traslado que hizo "de buena fe bajo la promesa de que en un año se comenzaría a hacer el campo".

El PP ha pedido el expediente del campo de fútbol para conocer la situación y recordó que el Concello tiene que "cumplir su promesa". Afirmó que según "responsables públicos municipales" el campo costaría más de tres millones de euros lo que ahora sería inviable.

En el caso del Marino de Mera, este año por fin tiene una partida en el presupuesto para empezar las obras de su campo, cerca de Xuviña, tras años de espera.