Trabajadoras de la escuela infantil A Ceboliña de Miño se concentraron ayer frente al Concello para exigir la rescisión del contrato de la actual concesionaria por "graves incumplimientos" del pliego de condiciones. Es la segunda protesta que convoca la Confederación Intersindical Galega para instar a adoptar medidas al Ayuntamiento, al que dio un margen de tres semanas para mover ficha.

Este servicio fue adjudicado en septiembre de 2016 por un período máximo de dos años y lleva desde entonces en precario. El Gobierno local apeló en más de una ocasión en su intención de sacar ya a licitación la prestación y se comprometió a mediar con la empresa ante las quejas de las empleadas, que afirman que la concesionaria no solo incumple el convenio colectivo, sino que también incurre en "graves incumplimientos" en la gestión del servicio.

El detonante de las protestas fue el despido de una trabajadora. La concesionaria, Novo Alicerce, defiende que fue un cese por razones objetivas, pero desde la CIG afirman que se trató de una "represalia" por "haber reclamado sus derechos". El sindicato afirma que a día de hoy las trabajadoras no han cobrado el sueldo de febrero y que no se cubren las ausencias. "Como no se hacen las sustituciones, la empresa obliga a las trabajadoras a doblar turnos, a hacer horas extra y a asumir la atención de un número de crianzas por aula que supera con creces las ratios recomendadas", denuncian desde el sindicato, que afirma que el pasado lunes una educadora tuvo que atender sola a 27 niños.

Las empleadas que se concentraron ayer frente al Consistorio urgen al alcalde, Ricardo Sánchez, a abrir expediente a la empresa por incumplimientos graves y a sacar ya a concurso el servicio. El BNG, sin representación en el Concello, apoya sus reivindicaciones.