El grupo Saria, propietario de la antigua Ártabra, advierte de que si no puede realizar la ampliación de su planta de Suevos "podría verse abocada al cierre por exigencias legislativas". Así lo afirma en el documento que ha remitido a la Consellería de Medio Ambiente para que dictamine si el proyecto es viable. La empresa pretende construir un nuevo edificio, lo que supondría duplicar el tamaño de sus instalaciones actuales, después de que Costas aceptase rebajar la línea de protección del dominio público de 100 a 20 metros, lo que supuso dar vía libre a su legalización.

La empresa estudió tres alternativas: no realizar ninguna actuación, ejecutar la ampliación al lado de sus actuales instalaciones y buscar una nueva ubicación. Descartó la primera opción porque "no se podrían ejecutar mejoras que son vitales para garantizar la continuidad de la empresa", lo que provocaría "la extinción de la actividad industrial" y la "pérdida de puestos de trabajo directos e indirectos" (en la planta trabajan aproximadamente 50 empleados), según indica el documento que remitió a la Xunta. También ve inviable la tercera alternativa, ya que "supondría un coste muy elevado" debido a que habría que adquirir nuevos terrenos y a que las instalaciones actuales estarían separadas de las nuevas, lo que impediría "compartir servicios".

La ampliación de la factoría se realizaría en unos terrenos situados entre el campo de fútbol y la carretera del puerto de Suevos. El proyecto recoge que la empresa pretende construir un edificio que albergue las líneas de proceso de tratamiento de subproductos de pescado, de tal modo que las estructuras ya existentes quedarían reservadas en exclusiva para la carne.

El proyecto recoge que será necesaria la ocupación de aproximadamente 8.000 metros cuadrados (las instalaciones actuales miden 7.400). La nave contará con una altura máxima de doce metros y "en aquellas zonas en las que sea necesario por necesidades del proceso productivo la altura máxima será de 15 metros", según las previsiones de la compañía.

Saria destaca en el documento que ha remitido al Gobierno autonómico que la separación de las líneas de tratamiento de pescado y carne permitirá "llevar a cabo mejoras medioambientales muy significativas, mediante el uso de combustibles menos contaminantes y la implantación de la mejor tecnología disponible para el tratamiento de olores de la instalación".

La propuesta de la empresa para ampliar la factoría, que está ubicada a escasos metros del mar, llega después de que la Xunta haya autorizado el cambio de planeamiento promovido por el Concello de Arteixo para clasificar como suelo urbano consolidado el polígono de Suevos, en el que está enclavado la antigua Ártabra. Esta modificación urbanística, cuyos trámites todavía no han concluido, permite legalizar el parque empresarial.

El proyecto de ampliación señala que las parcelas en las que se emplaza la factoría están clasificadas "a fecha actual como suelo no urbanizable de protección de costas" y que la modificación urbanística del Concello, que clasifica el suelo como urbano consolidado, ya cuenta con declaración ambiental estratégica y que el Gobierno local ya ha llevado a pleno la aprobación provisional.